Hace 6 años | Por Sueñolúcido a faena.com
Publicado hace 6 años por Sueñolúcido a faena.com

Erik Satie era un hombre excéntrico y al mismo tiempo de costumbres profundamente arraigadas. Meurig Bowen, editorialista y funcionario cultural en su natal Inglaterra, autor también de una pieza dramático-musical en torno a la vida de compositor, cuenta en este articulo (https://www.theguardian.com/music/2015/jul/01/erik-satie-a-life-less-ordinary) que Satie, ya adulto, se compró un día siete trajes grises de pana idénticos y ya jamás volvió a vestir de otra manera; nos dice también que se jactaba de no comer nada que no fuera de color blanco.

Comentarios

Sueñolúcido

Todas las cartas de amor son ridículas
Fernando Pessoa - Álvaro de Campos

Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son ridículas.

Quién me diera en el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.

La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.

Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.

tiopio

Las cartas de amor son muestras de acoso machista. Carta enviada, picha cortada.