En cierta ocasión en que asistió a una representación teatral, Calígula tuvo que sufrir que aplaudieran más al actor principal que a él mismo. “Ojalá el pueblo romano tuviera un solo cuello”, exclamó, probablemente mientras se lo cortaban al intérprete, inventor a su pesar de aquello de morir de éxito. El aplauso ha acompañado a la humanidad desde sus inicios como signo de aprobación, ha adoptado diferentes formas y se ha organizado y lo han organizado.
Comentarios
También está la expresión "avoir une tête à claques" pero eso ya es otra cosa, aunque entre los políticos y tertulianos abundan.
Oi en un documental que despues de los discursos de Stalin, los aplausos duraba literalmente horas, porque nadie se atrevía a ser el primero en dejar de aplaudir.
Que los romanos aplaudieran más a un actor que a Calígula refleja la importancia del teatro en Roma