Decían estos días las redes sociales que aquel que tras la frase "yo no soy racista", le pone un pero, no es más que un hijo de puta. Y es verdad que el incidente del barco Aquarius nos ha permitido ver lo hijos de puta que pueden ser algunos de nuestros dirigentes. No se puede jugar con vidas humanas. Nunca.
Declaraciones del PP que recoge la noticia:
Martínez Maillo: puede ser un coladero para la inmigración ilegal. ---> Probable, puede serlo.
Rafael Hernando: dar facilidades a quienes trafican con personas puede acrecentar el problema ---> Muy probable.
Rafael Hernando: no debería utilizar gestos humanitarios con objetivos propagandísticos. ---> Cierto.
Declaraciones de Ciudadanos que recoge la noticia:
Fernando del Páramo: un país democrático no puede dejar morir a cientos de personas en el mar (...) no se pueden normalizar las excepciones. ---> Cierto.
Albert Ribera: los flujos migratorios tienen que llegar a España de manera ordenada. ---> Cierto.
Sinceramente me estoy cansando de esta presión por mantener el pensamiento único, en el cual si no piensas exactamente lo mismo eres un racista hijo de puta. Pero una de las cosas que más odio de esta progresía estúpida e infantil cargada de hedonismo moral no es eso, que me lo espero, sino que te obliga a tener que darle la razón a gente tan sumamente despreciable como Rafael Hernando o ese séquito de hienas que es el PP. Y esto es así porque de un tiempo a esta parte estamos permitiendo que los sentimientos, las emociones, lo visceral en caliente y la irracionalidad desbocada tengan más peso y relevancia que argumentos, lógicas y razones.
Pero no sólo respecto a la inmigración, sino en cuestiones de independencia de Cataluña, feminismo, etc... los argumentos pausados, analizados con frialdad y razonados ya no se ven como una solución del problema que impide además dejarnos llevar por pasiones y fanatismos falaces. Ahora son un problema más, y eso es terriblemente preocupante, porque nos hace tremendamente manipulables. Demagogias y populismos son el caldo de cultivo perfecto para el resurgir de la extrema derecha, antesala del fascismo en Europa. Y cuando lo tengamos con pie y medio dentro, nos llevaremos las manos a la cabeza y nos preguntaremos cómo pudimos llegar a esta situación.
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Declaraciones del PP que recoge la noticia:
Martínez Maillo: puede ser un coladero para la inmigración ilegal. ---> Probable, puede serlo.
Rafael Hernando: dar facilidades a quienes trafican con personas puede acrecentar el problema ---> Muy probable.
Rafael Hernando: no debería utilizar gestos humanitarios con objetivos propagandísticos. ---> Cierto.
Declaraciones de Ciudadanos que recoge la noticia:
Fernando del Páramo: un país democrático no puede dejar morir a cientos de personas en el mar (...) no se pueden normalizar las excepciones. ---> Cierto.
Albert Ribera: los flujos migratorios tienen que llegar a España de manera ordenada. ---> Cierto.
Sinceramente me estoy cansando de esta presión por mantener el pensamiento único, en el cual si no piensas exactamente lo mismo eres un racista hijo de puta. Pero una de las cosas que más odio de esta progresía estúpida e infantil cargada de hedonismo moral no es eso, que me lo espero, sino que te obliga a tener que darle la razón a gente tan sumamente despreciable como Rafael Hernando o ese séquito de hienas que es el PP. Y esto es así porque de un tiempo a esta parte estamos permitiendo que los sentimientos, las emociones, lo visceral en caliente y la irracionalidad desbocada tengan más peso y relevancia que argumentos, lógicas y razones.
Pero no sólo respecto a la inmigración, sino en cuestiones de independencia de Cataluña, feminismo, etc... los argumentos pausados, analizados con frialdad y razonados ya no se ven como una solución del problema que impide además dejarnos llevar por pasiones y fanatismos falaces. Ahora son un problema más, y eso es terriblemente preocupante, porque nos hace tremendamente manipulables. Demagogias y populismos son el caldo de cultivo perfecto para el resurgir de la extrema derecha, antesala del fascismo en Europa. Y cuando lo tengamos con pie y medio dentro, nos llevaremos las manos a la cabeza y nos preguntaremos cómo pudimos llegar a esta situación.
Yo soy racista, pero lo disimulo muy bien
Entre dejar que se mueran en mitad del mar y mantenerlos hay muchas posibilidades de por medio.
Hay que insultar rapido al que no piense como yo
#2 No es verdad. Hay que insultar rapido al que no diga lo que yo. Que piense lo que quiera.
#2 Los policorrectos han insultado tanto que ya ni se les oye cuando lo hacen.
Yo no soy racista, peróxido de hidrógeno es agua oxigenada. Esto lo digo alto y claro y lo discuto con quien sea ¿Por pensar así soy un hijo de puta?
Yo no soy racista pero jugar con vidas humanas es lo que se ha hecho siempre.