Las mujeres de Tenango de Doria, al igual que en otras regiones de México, son el sostén económico de su familia. Es una tradición los bordados multicolores con diseños únicos; sin embargo, esa artesanía actualmente está muy mal pagada y son víctimas de coyotes que les fían las materias primas, comprometiéndolas para vender sus bordados al precio que ellos definen.