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#6:
#1 era otro tiempo y otra sociedad. La palabra clave en este asunto es la homogeneidad. Aquella sociedad era más homogénea en cuanto a la crianza y las expectativas. Apenas había inmigración y la escolarización rondaba el 70-80%. Las dificultades y trastornos de aprendizaje no se atendían. La obligatoriedad se situaba en los 14, momento en que unos iban a bup, otros a fp y otros directamente a trabajar. La composición de las clases resultaba infinitamente más uniforme que en la actualidad y eso explica que el sistema funcionara a pesar de aquellas ratios.
Desde los 90 la situación cambió radicalmente. 100% de escolarización, incremento de la inclusividad, el boom de la inmigración, obligatoriedad hasta los 16... Y unas leyes que eran acordes a los tiempos y a Europa, pero no a los retos sobrevenidos. Quizá fue esa la mejor virtud de la ley del 70, no era la panacea pero encajaba mejor con aquel momento y aquella sociedad, mucho mejor que las siguientes, que nunca han afrontado de verdad los problemas.
Desde los 90 la situación cambió radicalmente. 100% de escolarización, incremento de la inclusividad, el boom de la inmigración, obligatoriedad hasta los 16... Y unas leyes que eran acordes a los tiempos y a Europa, pero no a los retos sobrevenidos. Quizá fue esa la mejor virtud de la ley del 70, no era la panacea pero encajaba mejor con aquel momento y aquella sociedad, mucho mejor que las siguientes, que nunca han afrontado de verdad los problemas.
Comentarios
Por eso no se bajan las ratios. Porque funciona para todos.
#3 no faltan estudios donde se ha comprobado que bajar las ratios no produce mejoras significativas, y a eso se agarran los gestores, siempre amparados por las recomendaciones de la ocde. Sería largo explicar donde están las "trampas" en estos estudios. En nuestro sistema por supuestísimo que bajar las ratios repercutiría en una mejora inmediata de resultados. Pero habría que hacer una matización: que esto sea así no significa que el problema sea un exceso de alumnos por clase per se, sino que los problemas de nuestras aulas se afrontan mejor con menos alumnos. Bajar las ratios es un comienzo, pero ir a la raíz de los problemas reales es lo fundamental.
#11 Es que igual la cuestión no es tanto bajar la ratio general en la que todas las clases tienen 4 o 5 alumnos menos como que haya profesores disponibles que refuercen asignaturas claves con clases adicionales o preparatorias antes de iniciar el curso (por ejemplo).
cuando estaba la EGB, BUP, y COU la ratio eran bastantes altas, y salieron de las mejores promociones preparadas, lo mismo es el sistema el que no esta bien (LOE, LOMCE,...)
#1 Entre 40 y 50 alumnos por clase. Y no se oía una mosca.
#1 era otro tiempo y otra sociedad. La palabra clave en este asunto es la homogeneidad. Aquella sociedad era más homogénea en cuanto a la crianza y las expectativas. Apenas había inmigración y la escolarización rondaba el 70-80%. Las dificultades y trastornos de aprendizaje no se atendían. La obligatoriedad se situaba en los 14, momento en que unos iban a bup, otros a fp y otros directamente a trabajar. La composición de las clases resultaba infinitamente más uniforme que en la actualidad y eso explica que el sistema funcionara a pesar de aquellas ratios.
Desde los 90 la situación cambió radicalmente. 100% de escolarización, incremento de la inclusividad, el boom de la inmigración, obligatoriedad hasta los 16... Y unas leyes que eran acordes a los tiempos y a Europa, pero no a los retos sobrevenidos. Quizá fue esa la mejor virtud de la ley del 70, no era la panacea pero encajaba mejor con aquel momento y aquella sociedad, mucho mejor que las siguientes, que nunca han afrontado de verdad los problemas.
#6 Análisis cojonudo, gracias
#6 Eso explica algunas cosas, pero no es suficiente. La pérdida de autoridad de los docentes y la elaboración de planes de educación ideologizados por políticos y pedagogos ("expertos", teóricos que no han visto un alumno en su vida) explica también mucho.
#12 está claro que esto es muy complejo pero se puede extraer una secuencia de acontecimientos:
Llega un nuevo contexto político y económico con una transformación social tremenda. El nuevo sistema educativo no tiene respuestas para los retos, ni siquiera reconoce los problemas. Los resultados son malos, pero en un contexto de crisis y recortes, en lugar de invertir en soluciones se cargan las tintas exclusivamente contra los docentes y su labor pedagógica. Ahí es donde entran esos pedagogos que mencionas y donde empieza a fraguarse la pérdida de autoridad y de respaldo social. A partir de ahí varias leyes que no son más que actualizaciones de la logse con sus matices, tics, inovación pedagógica, equidad VS excelencia, más o menos religión, más o menos concertada... Cosas importantes en lo ideológico, pero no tan conectadas con los problemas del aula como se podría pensar.
#6 Eso es cierto, y también que la exigencia baja cada año y magisterio es una carrera totalmente desprestigiada cuando debería ser todo lo contrario.
#16 desde luego, y ojalá se hiciera algo para que el perfil de los maestros fuera más alto y con ello aumentara su prestigio social.
Dicho lo cual, si en una de nuestras clases ponemos a un maestro finlandés, cuyo perfil es intelectual y culturalmente mucho más alto, no lo hará mejor que nuestros docentes. Y los nuestros tampoco lo harían peor que ellos si ejercieran en Finlandia.
#6 Para abundar en el tema, añadiría que las familias respetaban el trabajo del docente, y aunque había ratios muy altas, el comportamiento de los estudiantes no era como el de ahora.
#1 Pues yo tengo recuerdos bastante peores de los que tenéis los nostálgicos.
En EGB recuerdo profesores que defenestraban a algunos alumnos y sólo se dedicaban a sus "elegidos". También recuerdo otros que abrían cabezas con anillos y que su autoridad se imprimía con violencia. Evidentemente también recuerdo a grandes y buenos profesores que se ganaban el respeto gracias a su carisma, a su empatía o simplemente a su presencia, buenos maestros con interés en todos sus alumnos.
A partir de BUP ya no era educación obligatoria y en aquella época ya se podía trabajar a esa edad, por lo que había bastantes compañeros que terminado el colegio, con 14 años, empezaban a trabajar. BUP estaba mucho más centrada en el estudio que la ESO porque no era obligatoria, porque ya se había hecho una criba y a una parte de la población ya se le había dejado de lado de la educación.
#8 Yo he tenido profesores que sin decir una palabra más alta que otra y sin tocarle un pelo nunca a nadie eran capaces de mantener un silencio sepulcral en la clase. Se llamaba respeto. No todos los profesores lo tenían. Ahora eso no es un valor.
#13 Pero eso es un problema más de la sociedad actual que del modelo educativo. Es un problema de cómo se educa a los hijos sin enseñarles que la libertad bien ejercida va ligada a la responsabilidad y al respeto por quién les rodea. Niños que tienen todo lo que exigen, que hacen lo que quieren pasando por encima a sus padres, que consienten, cuando llegan a adolescentes son terribles. Es lo mismo por lo que ahora en los centros de menores hay muchos chavales por violencia intrafamiliar.
Mejor apoyar y subir el nivel de los maestros de primaria para que los chavales lleguen a secundaria al menos con comprensión lectora y habilidades aritméticas.
#4 pero lo importante es religión y no el resto. Que aún nos van a hacer creer los comunistas que no venimos de Adán y Eva.
Para lograr esto no hay que votar a ciertos partidos, que ya sabemos quienes son.
#5 pero esta visto que lo que importa que la gente es la fiesta, el bar, mhyv y gran hermano