Publicado hace 6 años por Thornton a elperiodicodelaenergia.com

Las bondades de una buena taza de café no tienen por qué terminar cuando los posos se tiran a la basura. De hecho ese residuo ya se recicla y se usa para hacer ropa, para pavimentar carreteras, para capturar carbono del aire e incluso para absorber el hedor de las alcantarillas, pero hay más. Ahora una empresa londinense se ha asociado con Shell para convertir los restos de esta amarga bebida en biocombustible para ayudar a abastecer de combustible la red de autobuses de la capital inglesa.

Comentarios

Thornton

Lo siento, no me saltó el chivato

D

#3 no funciona muy bien. A mi no me avisó una vez de la misma noticia en el mismo medio.