Una memoria ‘flash’ bastante básica de solo 10 euros, similar a la que está presente en cualquier ‘pen drive’, es la materia prima que ha utilizado un grupo de expertos en ciberseguridad para demostrar que con bien poco es posible poner en jaque los dispositivos conectados a la internet de las cosas. Con los conocimientos adecuados, es posible utilizar una de estas memorias para bucear por el ‘software’ de nuestros dispositivos en busca de vulnerabilidades y aprovecharlas con no muy buenas intenciones.
Comentarios
El IoT va a ser un puto cachondeo en temas de seguridad durante un tiempo ....
#3 ¿Durante un tiempo?
Qué optimista.
#4
Con el tiempo (y a base de hostias) acabarán aprendiendo. Ahora, ese tiempo ¿Serán meses, años, lustros, décadas ...?
Mira lo bueno de Wannacry, muchos se han empezado a dar cuenta que esto es un coladero.
#6 Me temo que lo único que hay que aprender es que lo analógico es inhackeable, que por mucho empeño que se ponga alguien acaba entrando.
#7
A ver a qué te piensas que se dedicaban los espías antes de la era digital.
Te recomiendo un librito: cazador de espías.
Ahí te cuenta cómo se hackeaban los sistemas analógicos en la guerra fría.
#8 Hombre, que me he leído la mayor parte de Le carré y Graham Green, pero es que los sistemas modernos serían el órgano continuo de Control, Smiley y compañía.
Que cosas pasan.
#1 los bits hacen cosas.
#1 No hace falta un dispositivo. Ya solo con estar conectado a internet tu red está en riesgo.
El "arma" no es la memoria flash, son los conocimientos de qué hacer con esa memoria, unos cuantos cables y un software específico.
En los años 80 los programadores hacían videojuegos con 8 bits, imaginad lo que se puede hacer con la memoria y los procesadores de algunos electrodomésticos...