Hace 4 años | Por TribunaVioleta a publico.es
Publicado hace 4 años por TribunaVioleta a publico.es

La elevada recaudación tributaria del juego, superior a la del alcohol o la electricidad, provoca la tibieza de las administraciones con esta actividad adictiva hasta el punto de que Hacienda se marque como objetivo hacer de ella “una actividad socialmente sostenible” y anime a los ciudadanos a apostar

Comentarios

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He meneado, aunque usar Gobierno en lugar de Estado es una estupidez. Muy efectista, muy populista y muy usada, pero una gilipollez.

TribunaVioleta

las competencias sobre el juego recaen en los responsables de Hacienda, como ocurre en el Gobierno central y en algunas comunidades; o en los de Interior, como pasa en la mayoría de las autonomías. Pero en ningún caso lo hace en los departamentos de Sanidad o de Consumo. Es decir, que el juego es una cuestión de ingresos públicos o de orden público, pero no de salud pública.

Ese es uno de los principales factores que han favorecido la proliferación de los juegos de azar y las apuestas en España: el Estado y las comunidades autónomas se reparten cada año más de 1.600 millones de euros, mil de ellos para las segundas, procedentes de ese negocio, que al cabo del año genera un margen de casi 9.500 millones tras mover más de 46.000 en apuestas.