La llamada "amnesia del embarazo" o pérdida temporal de la memoria vinculada a pequeños detalles existe y afecta particularmente a las mujeres durante el tercer trimestre de gestación, según una investigación divulgada este domingo. El estudio, realizado por neurocientíficos de la Universidad Deakin de Australia, analizó los casos de 1.230 mujeres, de ellas 709 embarazadas, y se centró en las funciones cognitivas, de memoria y funcionamiento ejecutivo, que incluye la realización de múltiples tareas de forma simultánea.
Comentarios
#2 Yo como habitante de pueblo de la periferia disfruto aun del butanero, y al trabajar desde casa es entero para mi. Tambien disfruto del afilador, y de unos muchachos que venden fruta en una ford transit.
#3 Como envidio a los que disfrutais de un mundo mas sencillo
#3 Y al butanero cuando te trae la bombona le dices lo de "Métamela un poco que luego viene mi marido y me la mete hasta adentro" ?
Chascarrillo del gremio.
¿Cuando no te acuerdas de quien es el padre?
#1 A razi de esto hay una reflexion que me asaltó el otro dia y me produjo una inmensa desazón...
Antaño, la generación de nuestros padres, disfrutaba de la figura del butanero, ese gallardo varón que amenizaba las tardes de las amas de casa gracias a un trabajo que requería la visita privada a domicilio, hoy con los avances en distribución, pocas casas hay ya que sigan dependiendo de esta figura por lo que su legado ha quedado reducido al imaginario popular. Sin embargo hay una figura que sigue visitando las casas, el mozalbete del internet.
Sus atribuciones son exactamente las mismas que el butanero y sin embargo no escucharás por ahí "El de Yoigo su mujer y otras cosas del meter" ¿Por que en cuanto tu trabajo minimamente roza cualquier aspecto técnico de la sociedad digital desaparece el componente sexual?
Es un misterio.
"Reducciones a largo plazo del volumen de la materia gris"... Más los mareos, vómitos, vértigos, dolores, estrías permanentes, parto o cesárea con sus correspondientes incisiones, dolor y grietas en los pechos por la lactancia, noches sin dormir... Y eso sólo al principio. Qué desagradecidos que somos los hijos...