Hace 9 años | Por Vlemix a eldiario.es
Publicado hace 9 años por Vlemix a eldiario.es

Si la semana pasada analizamos el papel jugado por los Aliados respecto a los campos de concentración, hoy centramos nuestra atención en la actitud de la Unión Soviética. Stalin no movió ni un dedo cuando su entonces aliado alemán deportó y asesinó a decenas de miles de comunistas alemanes, austriacos y españoles. Esa fue solo la primera de las traiciones del «camarada». Tras la guerra repudió a los supervivientes y propició la expulsión del PCE de los deportados republicanos que lograron esquivar la muerte entre las alambradas de los campos.

Comentarios

noexisto

#0 bastante interesante (además de la procedencia y negativos)
Stalin representa el terror de Hitler prolongado durante décadas con un absoluto desprecio a la vida humana de sus propios compatriotas