Hace 5 años | Por Calipodelimon a es.gizmodo.com
Publicado hace 5 años por Calipodelimon a es.gizmodo.com

Hace unos meses se hizo público el caso de Gilberto Escamilla, un trabajador del Condado de Cameron en Texas que se había hecho con una pequeña fortuna de una forma poco usual: vendiendo fajitas robadas. Su negocio ilegal le había proporcionado $1.25 millones, hasta que pillaron. Esta semana, Escamilla se declaró culpable y recibió su sentencia: 50 años en prisión.

Comentarios

Spartan67

Eso por robar en el país equivocado, que venga para España que tiene un gran futuro de político y la cárcel no la pisa excepto para inaugurarla.

D

Me da a mí que a este le han metido unos cuantos delitos más que le mangar fajitas.

D

Eso pasa por desviar dinero público, muy penado en los EE.UU o peor que ese centro donde trabajaba tuviera un rico mecenas, entonces es peor que un asesinato.