En mitad de la campiña cordobesa, a un lado de la carretera que conecta la capital provincial con Granada, se levanta uno de los pueblos más bellos de España: Castro del Río. Cuna de mi familia materna, su patrimonio histórico brilla con luz propia: el barrio de La Villa, del siglo XIII, constituye un armonioso conjunto arquitectónico hecho de callejuelas cimbreantes y casas enjalbegadas decoradas con flores; el castillo, protegido por la muralla almohade, esconde inscripciones de una radio clandestina puesta en marcha durante la Guerra Civil