TRADUCCIÓN en #1: En la noche del 3 de febrero de 2009, la tripulación del submarino nuclear francés “Le Triomphant” sintió un choque. El submarino, de 138 metros de largo, primero de una serie de cuatro que actualmente conforman una parte básica de la fuerza nuclear francesa, volvía al puerto sumergido bajo la mar gruesa del Atlántico Oriental cuando algo impactó con violencia contra su proa y su torre.
#1:
Traducción:
En la noche del 3 de febrero de 2009, la tripulación del submarino nuclear francés “Le Triomphant” sintió un choque. El submarino, de 138 metros de largo, primero de una serie de cuatro que actualmente conforman una parte básica de la fuerza nuclear francesa, volvía al puerto sumergido bajo la mar gruesa del Atlántico Oriental cuando algo impactó con violencia contra su proa y su torre.
El 6 de febrero, el Ministerio de Defensa francés informó que el submarino había sufrido una colisión con “un objeto sumergido, probablemente un contenedor”. El mismo día “Le Triomphant” regresó a su base en Ile Longue, escoltado por una fragata.
Curiosamente el H.M.S “Vanguard”, un submarino nuclear británico, también sufrió una colisión esa misma tarde. El primero de su serie, el “Vanguard” mide 150 metros de largo y desplaza 16.900 toneladas sumergido.
Más tarde ambas marinas compararon datos. El 16 de febrero anunciaron que los dos submarinos habían “contactado brevemente a muy baja velocidad mientras navegaban sumergidos”. Afortunadamente no hubo heridos entre la tripulación a causa del accidente, aunque las reparaciones se estimaron en un mínimo de 48 millones de euros.
Cuando el “Vanguard” regresó a su base en Faslane, Escocia, estaba visiblemente dañado en el área del compartimento de misiles y en la amura de estribor.
“El submarino francés se llevó un pedazo enorme de la proa del “Vanguard” y “rozó fuertemente el lateral del submarino”, sostuvo más tarde William McNeilly, un testigo que había servido en el programa de submarinos nucleares del Reino Unido.
“Los grupos de tanques HPA (Aire Altamente Comprimido) estaban colgando y chocando contra el casco presurizado. Tuvieron que volver a la base despacio, porque si uno de los grupos de tanques de aire presurizado hubiese explotado, habría creado una reacción en cadena, enviando al submarino directamente al fondo”.
En la versión francesa del incidente, las declaraciones oficiales indicaron que el daño a “Le Triomphant” se limitó a la cúpula de su sonar activo Thales, en la punta estribor de la proa. Sin embargo un periódico regional informó que tanto el extremo de la torre como el plano de estribor unido a la torre estaban deformados, lo que implicaba múltiples impactos.
Desde luego, lo preocupante fue que ambos navíos están diseñados para llevar misies nucleares -16 misiles balísticos M-45 en “Le Triomphant” y el mismo número de misiles Trident II a bordo del Vanguard, cada uno con cuatro y seis cabezas nucleares, respectivamente. Perder semejante poder destructor en el fondo del océano habría sido una catástrofe de dimensiones apocalípticas. Aun así hay que tener en cuenta que las cabezas nucleares están diseñadas para no dispararse como resultado de una colisión.
No se puede decir lo mismo de los reactores nucleares que impulsan ambos submarinos. Una colisión lo suficientemente seria podría haber roto el aislamiento de los reactores, contaminando a los tripulantes y a las aguas océanicas cercanas. Afortunadamente el ministerio de Defensa británico aseguró que “la seguridad nuclear no se vio comprometida”.
Entonces...¿de quién fue la culpa por este potencialmente catastrófico roce de frío y salado acero? De cierta forma lo que es más alarmante es que las tripulaciones no cometieron ninguna equivocación y que el error tal vez resida en la supersecreta estrategia usada con la fuerza de submarinos con misiles nucleares balísticos, y eso sería muy dificil de cambiar.
Mientras un submarino de ataque está siempre alerta, buscando otros barcos y submarinos y a menudo intenta seguir los sumergibles de otras naciones, un submarino lanzamisiles busca permanecer indetectado y solo bajo el océano. Estos submarinos funcionan como una sigilosa garantía de que cualquier ataque contra su patria será devuelto mediante un ataque nuclear cortesía de los misiles nucleares balísticos que el buque puede lanzar mientras continúa sumergido.
Mientras un hipotético agresor puede tener esperanzas de eliminar las fuerzas nucleares terrestres y aéreas de su enemigo mediante un ataque preventivo por sorpresa, los submarinos que se ocultan a gran profundidad en cualquier punto del globo no pueden ser seguidos y destruidos -al menos no todos ellos, siempre y cuando que no descubran su ubicación.
Sin embargo cualquiera podría pensar que dos submarinos que se acerquen lo suficiente entre sí deberían ser capaces de detectarse mutuamente. No es así, ya que los submarinos modernos se han convertido en máquinas muy silenciosas, beneficiándose de cascos en forma de gota, hélices supereficientes y planchas de revestimiento aneóicas que absorben el sonido, entre otras tecnologías.
Como dijo el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, con un punto de presunción: “Nos enfrentamos a un problema tecnológico extremadamente simple: este tipo de submarinos es indetectable”.
Un submarino sumergido puede usar el sonar, tanto activo como pasivo, para detectar otros sumergibles. El sonar pasivo básicamente consiste en usar audiófonos para escuchar las aguas circundantes, pero pueden no ser suficientes para detectar un submarino moderno que se mueva lentamente. Un submarino puede emplear también su sonar activo para crear “olas” de sonido que “reflejen” en otros objetos sumergidos, mejorando así su capacidad de detección. Sin embargo, al hacerlo, también “retransmite” la posición del submarino a cualquiera que esté, a su vez, escuchando.
Dado que la prioridad número uno del capitán de un submarino es evitar ser detectado, tanto “Le Triomphant” como el “Vanguard” se movían solo con su sónar pasivo (“escuchando “ los alrededores) , y ninguno de los dos detectó al otro con él.
Las colisiones de submarinos no son ninguna rareza. Usualmente incluyen un sumergible siguiendo a otro un poco demasiado cerca, como ocurrió en la colisión entre el sumergible ruso K-407 y el norteamericano USS “Grayling” en 1993. Esto ha llevado a especular sobre la posibilidad de que “Le Triomphant” estuviese siguiendo al “Vanguard”. No obstante este tipo de juego de gato-y-ratón es la prerrogativa de los submarinos de ataque, no de los submarinos lanzamisiles.
Podría parecer altamente improbable que dos submarinos choquen por casualidad en mitad del vasto volumen del Océano. Sin embargo, la explicación podría ser que los sumergibles tienden a operar en ciertas aéreas comunes del mar, incrementando así la todavía remota posibilidad de que se produzca una colisión.
“Ambas marinas buscan áreas tranquilas, de aguas profundas, más o menos a la misma distancia de sus bases”, declaró a la BBC el ingeniero nuclear John Strong. “Así que cuando encuentras una zona con esas características te encuentras con unos cuantos submarinos y no solo franceses o británicos, sino también rusos y norteamericanos”.
La solución para evitar futuras colisiones sería coordinar entre naciones las patrullas submarinas, para evitar operar en el mismo lugar al mismo tiempo, pero esto se da contra el muro de la lógica paranoide que alimenta el sistema de patrullas de sumergibles lanzamisiles. Después de todo, incluso la información que se comparte con los aliados podría ser, teoricamente, obtenida por una nación hostil que podría así localizar tus submarinos lanzamisiles y destruírlos.
Mientras Francia fue criticada por no compartir sus rutas de patrulla con la OTAN, en realidad incluso el Reino Unido y Estados Unidos dejan fuera dichos datos cruciales de la informacion que comparten sobre sus actividades militares en el mar, de acuerdo con el New York Times.
La colisión entre “Le Triomphant” y el “Vanguard” sugiere que lo que parece un evento extraordinariamente raro -una colisión en mitad del océano entre dos submarinos nucleares que hacen todo lo posible para permanecer indetectados- tal vez no lo sea tanto. Compartir mas información entre aliados para reducirr el riesgo de futuras colisiones podría seguramente fortalecer, y no debilitar, la seguridad de ambos sumergibles y de las naciones que defienden.
#4:
Resumiendo, los dos submarinos iban despacio y en sigilo tratando de pasar desapercibidos en el fondo de la mar oceánica, y de pura casualidad sus rumbos coinciden y acaban chocando.
No se lo cree nadie, esos submarinos se seguían unos a otros jugando al gato y al ratón y haciendo el indio pero no por el monte sino por los mares hasta que chocaron.
Traducción:
En la noche del 3 de febrero de 2009, la tripulación del submarino nuclear francés “Le Triomphant” sintió un choque. El submarino, de 138 metros de largo, primero de una serie de cuatro que actualmente conforman una parte básica de la fuerza nuclear francesa, volvía al puerto sumergido bajo la mar gruesa del Atlántico Oriental cuando algo impactó con violencia contra su proa y su torre.
El 6 de febrero, el Ministerio de Defensa francés informó que el submarino había sufrido una colisión con “un objeto sumergido, probablemente un contenedor”. El mismo día “Le Triomphant” regresó a su base en Ile Longue, escoltado por una fragata.
Curiosamente el H.M.S “Vanguard”, un submarino nuclear británico, también sufrió una colisión esa misma tarde. El primero de su serie, el “Vanguard” mide 150 metros de largo y desplaza 16.900 toneladas sumergido.
Más tarde ambas marinas compararon datos. El 16 de febrero anunciaron que los dos submarinos habían “contactado brevemente a muy baja velocidad mientras navegaban sumergidos”. Afortunadamente no hubo heridos entre la tripulación a causa del accidente, aunque las reparaciones se estimaron en un mínimo de 48 millones de euros.
Cuando el “Vanguard” regresó a su base en Faslane, Escocia, estaba visiblemente dañado en el área del compartimento de misiles y en la amura de estribor.
“El submarino francés se llevó un pedazo enorme de la proa del “Vanguard” y “rozó fuertemente el lateral del submarino”, sostuvo más tarde William McNeilly, un testigo que había servido en el programa de submarinos nucleares del Reino Unido.
“Los grupos de tanques HPA (Aire Altamente Comprimido) estaban colgando y chocando contra el casco presurizado. Tuvieron que volver a la base despacio, porque si uno de los grupos de tanques de aire presurizado hubiese explotado, habría creado una reacción en cadena, enviando al submarino directamente al fondo”.
En la versión francesa del incidente, las declaraciones oficiales indicaron que el daño a “Le Triomphant” se limitó a la cúpula de su sonar activo Thales, en la punta estribor de la proa. Sin embargo un periódico regional informó que tanto el extremo de la torre como el plano de estribor unido a la torre estaban deformados, lo que implicaba múltiples impactos.
Desde luego, lo preocupante fue que ambos navíos están diseñados para llevar misies nucleares -16 misiles balísticos M-45 en “Le Triomphant” y el mismo número de misiles Trident II a bordo del Vanguard, cada uno con cuatro y seis cabezas nucleares, respectivamente. Perder semejante poder destructor en el fondo del océano habría sido una catástrofe de dimensiones apocalípticas. Aun así hay que tener en cuenta que las cabezas nucleares están diseñadas para no dispararse como resultado de una colisión.
No se puede decir lo mismo de los reactores nucleares que impulsan ambos submarinos. Una colisión lo suficientemente seria podría haber roto el aislamiento de los reactores, contaminando a los tripulantes y a las aguas océanicas cercanas. Afortunadamente el ministerio de Defensa británico aseguró que “la seguridad nuclear no se vio comprometida”.
Entonces...¿de quién fue la culpa por este potencialmente catastrófico roce de frío y salado acero? De cierta forma lo que es más alarmante es que las tripulaciones no cometieron ninguna equivocación y que el error tal vez resida en la supersecreta estrategia usada con la fuerza de submarinos con misiles nucleares balísticos, y eso sería muy dificil de cambiar.
Mientras un submarino de ataque está siempre alerta, buscando otros barcos y submarinos y a menudo intenta seguir los sumergibles de otras naciones, un submarino lanzamisiles busca permanecer indetectado y solo bajo el océano. Estos submarinos funcionan como una sigilosa garantía de que cualquier ataque contra su patria será devuelto mediante un ataque nuclear cortesía de los misiles nucleares balísticos que el buque puede lanzar mientras continúa sumergido.
Mientras un hipotético agresor puede tener esperanzas de eliminar las fuerzas nucleares terrestres y aéreas de su enemigo mediante un ataque preventivo por sorpresa, los submarinos que se ocultan a gran profundidad en cualquier punto del globo no pueden ser seguidos y destruidos -al menos no todos ellos, siempre y cuando que no descubran su ubicación.
Sin embargo cualquiera podría pensar que dos submarinos que se acerquen lo suficiente entre sí deberían ser capaces de detectarse mutuamente. No es así, ya que los submarinos modernos se han convertido en máquinas muy silenciosas, beneficiándose de cascos en forma de gota, hélices supereficientes y planchas de revestimiento aneóicas que absorben el sonido, entre otras tecnologías.
Como dijo el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, con un punto de presunción: “Nos enfrentamos a un problema tecnológico extremadamente simple: este tipo de submarinos es indetectable”.
Un submarino sumergido puede usar el sonar, tanto activo como pasivo, para detectar otros sumergibles. El sonar pasivo básicamente consiste en usar audiófonos para escuchar las aguas circundantes, pero pueden no ser suficientes para detectar un submarino moderno que se mueva lentamente. Un submarino puede emplear también su sonar activo para crear “olas” de sonido que “reflejen” en otros objetos sumergidos, mejorando así su capacidad de detección. Sin embargo, al hacerlo, también “retransmite” la posición del submarino a cualquiera que esté, a su vez, escuchando.
Dado que la prioridad número uno del capitán de un submarino es evitar ser detectado, tanto “Le Triomphant” como el “Vanguard” se movían solo con su sónar pasivo (“escuchando “ los alrededores) , y ninguno de los dos detectó al otro con él.
Las colisiones de submarinos no son ninguna rareza. Usualmente incluyen un sumergible siguiendo a otro un poco demasiado cerca, como ocurrió en la colisión entre el sumergible ruso K-407 y el norteamericano USS “Grayling” en 1993. Esto ha llevado a especular sobre la posibilidad de que “Le Triomphant” estuviese siguiendo al “Vanguard”. No obstante este tipo de juego de gato-y-ratón es la prerrogativa de los submarinos de ataque, no de los submarinos lanzamisiles.
Podría parecer altamente improbable que dos submarinos choquen por casualidad en mitad del vasto volumen del Océano. Sin embargo, la explicación podría ser que los sumergibles tienden a operar en ciertas aéreas comunes del mar, incrementando así la todavía remota posibilidad de que se produzca una colisión.
“Ambas marinas buscan áreas tranquilas, de aguas profundas, más o menos a la misma distancia de sus bases”, declaró a la BBC el ingeniero nuclear John Strong. “Así que cuando encuentras una zona con esas características te encuentras con unos cuantos submarinos y no solo franceses o británicos, sino también rusos y norteamericanos”.
La solución para evitar futuras colisiones sería coordinar entre naciones las patrullas submarinas, para evitar operar en el mismo lugar al mismo tiempo, pero esto se da contra el muro de la lógica paranoide que alimenta el sistema de patrullas de sumergibles lanzamisiles. Después de todo, incluso la información que se comparte con los aliados podría ser, teoricamente, obtenida por una nación hostil que podría así localizar tus submarinos lanzamisiles y destruírlos.
Mientras Francia fue criticada por no compartir sus rutas de patrulla con la OTAN, en realidad incluso el Reino Unido y Estados Unidos dejan fuera dichos datos cruciales de la informacion que comparten sobre sus actividades militares en el mar, de acuerdo con el New York Times.
La colisión entre “Le Triomphant” y el “Vanguard” sugiere que lo que parece un evento extraordinariamente raro -una colisión en mitad del océano entre dos submarinos nucleares que hacen todo lo posible para permanecer indetectados- tal vez no lo sea tanto. Compartir mas información entre aliados para reducirr el riesgo de futuras colisiones podría seguramente fortalecer, y no debilitar, la seguridad de ambos sumergibles y de las naciones que defienden.
Resumiendo, los dos submarinos iban despacio y en sigilo tratando de pasar desapercibidos en el fondo de la mar oceánica, y de pura casualidad sus rumbos coinciden y acaban chocando.
No se lo cree nadie, esos submarinos se seguían unos a otros jugando al gato y al ratón y haciendo el indio pero no por el monte sino por los mares hasta que chocaron.
#4 Si lees el artículo, verías que no es un submarino que se dedique a buscar a otros. Más que nada, porque su objetivo es llevar misiles balísticos nucelares (como los Minuteman) y pasar desapercibido.
sto ha llevado a especular sobre la posibilidad de que “Le Triomphant” estuviese siguiendo al “Vanguard”
Los franceses no respetaron la distancia de seguridad, el inglés frenó en un paso cebra y voila!
Encima se dieron a la fuga sin rellenar el parte del seguro.
Muchos pesqueros han "pescado" en sus redes submarinos que los han llevado al fondo, uno de los casos mas misteriosos
es el del https://en.wikipedia.org/wiki/Bugaled_Breizh que nunca ha sido reconocido oficialmente.
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Traducción:
En la noche del 3 de febrero de 2009, la tripulación del submarino nuclear francés “Le Triomphant” sintió un choque. El submarino, de 138 metros de largo, primero de una serie de cuatro que actualmente conforman una parte básica de la fuerza nuclear francesa, volvía al puerto sumergido bajo la mar gruesa del Atlántico Oriental cuando algo impactó con violencia contra su proa y su torre.
El 6 de febrero, el Ministerio de Defensa francés informó que el submarino había sufrido una colisión con “un objeto sumergido, probablemente un contenedor”. El mismo día “Le Triomphant” regresó a su base en Ile Longue, escoltado por una fragata.
Curiosamente el H.M.S “Vanguard”, un submarino nuclear británico, también sufrió una colisión esa misma tarde. El primero de su serie, el “Vanguard” mide 150 metros de largo y desplaza 16.900 toneladas sumergido.
Más tarde ambas marinas compararon datos. El 16 de febrero anunciaron que los dos submarinos habían “contactado brevemente a muy baja velocidad mientras navegaban sumergidos”. Afortunadamente no hubo heridos entre la tripulación a causa del accidente, aunque las reparaciones se estimaron en un mínimo de 48 millones de euros.
Cuando el “Vanguard” regresó a su base en Faslane, Escocia, estaba visiblemente dañado en el área del compartimento de misiles y en la amura de estribor.
“El submarino francés se llevó un pedazo enorme de la proa del “Vanguard” y “rozó fuertemente el lateral del submarino”, sostuvo más tarde William McNeilly, un testigo que había servido en el programa de submarinos nucleares del Reino Unido.
“Los grupos de tanques HPA (Aire Altamente Comprimido) estaban colgando y chocando contra el casco presurizado. Tuvieron que volver a la base despacio, porque si uno de los grupos de tanques de aire presurizado hubiese explotado, habría creado una reacción en cadena, enviando al submarino directamente al fondo”.
En la versión francesa del incidente, las declaraciones oficiales indicaron que el daño a “Le Triomphant” se limitó a la cúpula de su sonar activo Thales, en la punta estribor de la proa. Sin embargo un periódico regional informó que tanto el extremo de la torre como el plano de estribor unido a la torre estaban deformados, lo que implicaba múltiples impactos.
Desde luego, lo preocupante fue que ambos navíos están diseñados para llevar misies nucleares -16 misiles balísticos M-45 en “Le Triomphant” y el mismo número de misiles Trident II a bordo del Vanguard, cada uno con cuatro y seis cabezas nucleares, respectivamente. Perder semejante poder destructor en el fondo del océano habría sido una catástrofe de dimensiones apocalípticas. Aun así hay que tener en cuenta que las cabezas nucleares están diseñadas para no dispararse como resultado de una colisión.
No se puede decir lo mismo de los reactores nucleares que impulsan ambos submarinos. Una colisión lo suficientemente seria podría haber roto el aislamiento de los reactores, contaminando a los tripulantes y a las aguas océanicas cercanas. Afortunadamente el ministerio de Defensa británico aseguró que “la seguridad nuclear no se vio comprometida”.
Entonces...¿de quién fue la culpa por este potencialmente catastrófico roce de frío y salado acero? De cierta forma lo que es más alarmante es que las tripulaciones no cometieron ninguna equivocación y que el error tal vez resida en la supersecreta estrategia usada con la fuerza de submarinos con misiles nucleares balísticos, y eso sería muy dificil de cambiar.
Mientras un submarino de ataque está siempre alerta, buscando otros barcos y submarinos y a menudo intenta seguir los sumergibles de otras naciones, un submarino lanzamisiles busca permanecer indetectado y solo bajo el océano. Estos submarinos funcionan como una sigilosa garantía de que cualquier ataque contra su patria será devuelto mediante un ataque nuclear cortesía de los misiles nucleares balísticos que el buque puede lanzar mientras continúa sumergido.
Mientras un hipotético agresor puede tener esperanzas de eliminar las fuerzas nucleares terrestres y aéreas de su enemigo mediante un ataque preventivo por sorpresa, los submarinos que se ocultan a gran profundidad en cualquier punto del globo no pueden ser seguidos y destruidos -al menos no todos ellos, siempre y cuando que no descubran su ubicación.
Sin embargo cualquiera podría pensar que dos submarinos que se acerquen lo suficiente entre sí deberían ser capaces de detectarse mutuamente. No es así, ya que los submarinos modernos se han convertido en máquinas muy silenciosas, beneficiándose de cascos en forma de gota, hélices supereficientes y planchas de revestimiento aneóicas que absorben el sonido, entre otras tecnologías.
Como dijo el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, con un punto de presunción: “Nos enfrentamos a un problema tecnológico extremadamente simple: este tipo de submarinos es indetectable”.
Un submarino sumergido puede usar el sonar, tanto activo como pasivo, para detectar otros sumergibles. El sonar pasivo básicamente consiste en usar audiófonos para escuchar las aguas circundantes, pero pueden no ser suficientes para detectar un submarino moderno que se mueva lentamente. Un submarino puede emplear también su sonar activo para crear “olas” de sonido que “reflejen” en otros objetos sumergidos, mejorando así su capacidad de detección. Sin embargo, al hacerlo, también “retransmite” la posición del submarino a cualquiera que esté, a su vez, escuchando.
Dado que la prioridad número uno del capitán de un submarino es evitar ser detectado, tanto “Le Triomphant” como el “Vanguard” se movían solo con su sónar pasivo (“escuchando “ los alrededores) , y ninguno de los dos detectó al otro con él.
Las colisiones de submarinos no son ninguna rareza. Usualmente incluyen un sumergible siguiendo a otro un poco demasiado cerca, como ocurrió en la colisión entre el sumergible ruso K-407 y el norteamericano USS “Grayling” en 1993. Esto ha llevado a especular sobre la posibilidad de que “Le Triomphant” estuviese siguiendo al “Vanguard”. No obstante este tipo de juego de gato-y-ratón es la prerrogativa de los submarinos de ataque, no de los submarinos lanzamisiles.
Podría parecer altamente improbable que dos submarinos choquen por casualidad en mitad del vasto volumen del Océano. Sin embargo, la explicación podría ser que los sumergibles tienden a operar en ciertas aéreas comunes del mar, incrementando así la todavía remota posibilidad de que se produzca una colisión.
“Ambas marinas buscan áreas tranquilas, de aguas profundas, más o menos a la misma distancia de sus bases”, declaró a la BBC el ingeniero nuclear John Strong. “Así que cuando encuentras una zona con esas características te encuentras con unos cuantos submarinos y no solo franceses o británicos, sino también rusos y norteamericanos”.
La solución para evitar futuras colisiones sería coordinar entre naciones las patrullas submarinas, para evitar operar en el mismo lugar al mismo tiempo, pero esto se da contra el muro de la lógica paranoide que alimenta el sistema de patrullas de sumergibles lanzamisiles. Después de todo, incluso la información que se comparte con los aliados podría ser, teoricamente, obtenida por una nación hostil que podría así localizar tus submarinos lanzamisiles y destruírlos.
Mientras Francia fue criticada por no compartir sus rutas de patrulla con la OTAN, en realidad incluso el Reino Unido y Estados Unidos dejan fuera dichos datos cruciales de la informacion que comparten sobre sus actividades militares en el mar, de acuerdo con el New York Times.
La colisión entre “Le Triomphant” y el “Vanguard” sugiere que lo que parece un evento extraordinariamente raro -una colisión en mitad del océano entre dos submarinos nucleares que hacen todo lo posible para permanecer indetectados- tal vez no lo sea tanto. Compartir mas información entre aliados para reducirr el riesgo de futuras colisiones podría seguramente fortalecer, y no debilitar, la seguridad de ambos sumergibles y de las naciones que defienden.
#1 Sólo añadir que la "torre" se llama vela
Resumiendo, los dos submarinos iban despacio y en sigilo tratando de pasar desapercibidos en el fondo de la mar oceánica, y de pura casualidad sus rumbos coinciden y acaban chocando.
No se lo cree nadie, esos submarinos se seguían unos a otros jugando al gato y al ratón y haciendo el indio pero no por el monte sino por los mares hasta que chocaron.
#4 los franceses se marcaron una maniobra Loco Iván
#4 Si lees el artículo, verías que no es un submarino que se dedique a buscar a otros. Más que nada, porque su objetivo es llevar misiles balísticos nucelares (como los Minuteman) y pasar desapercibido.
#15 Gracias, sí lo había leído.
"Un voto positivo, Vasily. Uno solo".
Seguro que los gabachos iban por su derecha y fueron los hijos de la Gran Bretaña los que la liaron parda...
esto les pasa no hacer una maniobra loco-ivan cada media hora como mandan los canones https://en.wikipedia.org/wiki/Crazy_Ivan
#12 Y de@Nebari, maldito bastardo...
#13 a mí me cae bien, esos cambios de avatar están guay
sto ha llevado a especular sobre la posibilidad de que “Le Triomphant” estuviese siguiendo al “Vanguard”
Los franceses no respetaron la distancia de seguridad, el inglés frenó en un paso cebra y voila!
Encima se dieron a la fuga sin rellenar el parte del seguro.
Muchos pesqueros han "pescado" en sus redes submarinos que los han llevado al fondo, uno de los casos mas misteriosos
es el del https://en.wikipedia.org/wiki/Bugaled_Breizh que nunca ha sido reconocido oficialmente.
#0 te cito axtrem3 y gracias por la traducción
#3 No me llegó aviso de este comentario
#10 culpa es solo delito