La vieja leyenda se encarna en esta obra con la fuerza del mito. En ella, el poema de Claudius toma vida, hasta el temblor. La seducción que la juventud siempre ejerció sobre la muerte, es tema inmemorial, pero a mi me llega tanto más por haberlo vivido de cerca. De sus trece hijos, mi abuelita perdió diez en plena juventud y siempre me interrogó la voracidad de las parcas por quienes disfrutaban de hermosura y plenitud. Hasta qué punto su poder de seducción incita a muchos a quitarse la vida y, a otros, cuánta prisa tiene la muerte.