Hace 7 años | Por ccguy a yorokobu.es
Publicado hace 7 años por ccguy a yorokobu.es

Rara es la playa en que no aparezca antes o después una pareja de bañistas con dos palas y una pelota. Por eso choca a quien no conozca El Sardinero, en Santander, que allí reivindiquen las palas como deporte autóctono: no lo ven como un juego de playa. Las palas cántabras, con 90 años de historia, deciden ahora su futuro entre la innovación y la costumbre. La primera vez que se pasea por El Sardinero sorprende ese sonido que sube de la playa: ñec–ñec, ñoc–ñoc.

Comentarios

D

Un autentico coñazo propio de narcisistas exhibidores, podrian jugar al ajedrez que el resto de playeros se lo agradeceria. O leer, pero bueno, eso es mucho esfuerzo.

ElPerroDeLosCinco

Hay una cosa más desagradable que dos palistas jugando sin parar en la playa: dos palistas jugando desnudos en una playa nudista. No os recomiendo mirar, sobre todo cuando se agachan para recoger la pelota.