Como si lo hubiera soñado un niño goloso: a lo largo de toda la calzada, en lugar de pavimento había chocolate. Pero era verdad y lo que ocurría en esa zona del pueblo de Westönnen, en el occidente de Alemania, no era la consecuencia de una fiesta navideña excesivamente azucarada. En realidad, fue una falla en un tanque de almacenamiento de una fábrica de chocolate que se desbordó hasta cubrir la calle con una tonelada del delicioso liquido.
Tonelada viene de tonel.
Tumbar uno y derramar su contenido, apenas da para charco.
Por estrecha que sea una calle, es un espacio relativamente grande, y eso son sólo mil litros...
No era chocolate, pero los operarios que tuvieron que retirar de la principal avenida de una petroquímica en Francia treinta mil toneladas de lubricantes de PTFE, tuvieron serios problemas para trabajar de pie los tres días que les llevó limpiarlo.
Además hubo que reasfaltar todo el tramo después de diez o doce 'incidencias'.
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Tonelada viene de tonel.
Tumbar uno y derramar su contenido, apenas da para charco.
Por estrecha que sea una calle, es un espacio relativamente grande, y eso son sólo mil litros...
No era chocolate, pero los operarios que tuvieron que retirar de la principal avenida de una petroquímica en Francia treinta mil toneladas de lubricantes de PTFE, tuvieron serios problemas para trabajar de pie los tres días que les llevó limpiarlo.
Además hubo que reasfaltar todo el tramo después de diez o doce 'incidencias'.