Hace 6 años | Por jelzimoñac a publico.es
Publicado hace 6 años por jelzimoñac a publico.es

Hacinados, hambrientos y maltratados, los presos políticos de la vieja cárcel de Lugo le hicieron sitio al saber. En calabozos diseñados para una sola persona, encerraban hasta catorce reos, y aún así hubo espacio para los libros, la poesía y las charlas magistrales que impartían los maestros e intelectuales represaliados durante la Guerra Civil. Algunos, en cambio, no llegaron a pisar la calle. Condenados a muerte, sorprende su capacidad de abstracción, la voluntad de seguir aprendiendo, el cultivo de la razón entre barrotes.

Comentarios

D

"...sorprende su capacidad de abstracción, la voluntad de seguir aprendiendo, el cultivo de la razón entre barrotes."

Y esto es así porque no pueden encerrar jamás a quien se hizo libre así mismo.