Hace 11 años | Por Sisebuto a yorokobu.es
Publicado hace 11 años por Sisebuto a yorokobu.es

A gusto, por los bajinis, a la cara, a las espaldas, a carcajadas, partiéndose el pecho e incluso descojonándose vivo. No eran pocas las formas que uno tenía de reírse hasta hace poco, aunque más o menos, la onomatopeya sonaba similar ante comicidades de cualquier parte del globo. Ahora sin embargo, llegada la hora de la expresividad al teclado y siendo los dedos los responsables de reír las gracias, la cosa cambia. El muestrario de hilaridades gráficas se ha disparado en función del idioma y las ganas con las que se quiera desternillar uno. H