Hace 5 años | Por Wurmspiralmasch... a cuatro.com
Publicado hace 5 años por Wurmspiralmaschine a cuatro.com

En el río Ebro habita un ejemplar de pez de agua dulce, considerada una especie invasora, y cuya dieta es carnívora: el siluro. Se trata de un pez que puede atacar no solo a vertebrados pequeños, si no a palomas o perros. El siluro es un pez de aguas dulces que puede medir en torno a los 3 y 5 metros de longitud y alcanzar los 100 kilos de peso. Posee una cabeza grande, ancha y aplanada, con seis barbillones bucales, y tiene una piel carente de escamas. Su hábitat natural son las aguas tranquilas y profundas, como los ríos o pantanos.

Comentarios

D

#1 Y la vergüenza oportunista de los becarios está en ciernes. roll

D

#1 Si salen a la superficie,(que los he visto) es que están mas muertos que vivos,no suelen salir para comerse el perro de la señora...

D

#13 el siluro,es un pez de aguas profundas,no sale a la superficie por norma general,es un hecho.

D

#15 Busca en Youtube a los siluros comiendo palomas en los puentes de zaragoza

D

#35 a uno lo capturaron y le grabaron una esvástica en la frente del animal y pesaba 20 kilos el pobre animal... También esta el vídeo.

En el embalse de Menquinenza creo que fue el de Monstruos de Río para pescar uno y pescó varios de gran peso.

Se han visto ya siluros en Logroño

D

#42



80 kiletes

Baal

#49 no lo parece, no creo que tenga 74 kg...

s

#49 eso no pesa 74 kilos ni de coña.

Baal

#10 cierto que suele ubicarse la mayor parte del año en profundidad (si el habitat lo permite) les gustan batimetrias de 12 a 18 m de profundidad, pero en determinadas épocas y si el habitat no deja otro margen se orillan y están en muy poca agua, como cazadores no son malos pero no son tan buenos como otros peces, cazan (casi nunca en superficie) pero sobre todo cazan piezas moribundas o dañadas... Utilizan la línea lateral y los bigotes, solo viendo el tamaño de sus ojos y ubicación te das cuenta que no pueden acechar y cazar como un predador sino mas bien como un carroñero. #13 #35

D

#10 hay videos a cientos que demuestran que eso no es cierto

s

#10 meeeec error. Es típico en ellos verlos remontando rios con los lomos fuera del agua.

Solo debes sentarte al lado de un pantano para verlos saltando y pegando coletazos en superficie.

Jakeukalane

#1 #2 pobre siluro

Jakeukalane

#20 si.

D

#1 No sé porqué pero me ha venido en mente esta película, dime perturbado si quieres...

D

#32 perturbado si quieres.

D

#32 Dios, la vi en el cine...

Baal

#1 ese subió a portada y me lo sacaron por sensacionalista... Pero me divertí un rato viendo los comentarios, como en este otro envío, el nivel de desconocimiento y de dejarse llevar o influenciar por la imagen del pez. las leyendas urbanas están muy extendidas

Azucena1980

#3 ¿Por qué son hijos de puta?

c

#7 Cuando encontremos al de la velutina se va a enterar.

martins

#8 La velutina llegó a Europa por el puerto de Burdeos, en un barco procedente de China, parece ser.

https://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2017/04/02/velutinas-europa-derivan-unica-avispa/1167771.html

D

#27 fue idea de un austriaco en los años 70 en el pantano de Menquinenza creo que lo trajo de Centroeuropa....

Azucena1980

#7 Como los ganaderos que introducen vacas, ovejas y cabras en los montes, supongo...

MKitus

#11 Espero que no las introduzcan todas de golpe.

Brill

#11 El siluro es nefasto para las especies autóctonas, es una máquina de comer.

Azucena1980

#34 En un río muerto...

Baal

#34 claro, nefasto es el siluro, las presas, las variaciones de caudal en época de freza para producir electricidad, la contaminación y múltiples factores antropicos más son secundarios, el problema es el siluro...

limondelcaribe

#55 El siluro al igual que el Black Bass es un gran problema.

Se lo come todo, peces, ranas, gusanos, cangrejos, larbas,... No dejan nada.

En muchos ríos no hay trucha, por employ, por culpa de especies invasoras que han traído para poder pescarlas.

Baal

#59 el black bass y siluro no comparten habitat con la trucha. Si se lo comieran todo, una vez comido todo, morirían de hambre.... Comon lo que precisan para seguir viviendo, creciendo y reproduciéndose, igual que un lobo, un jabalí o tu y yo.

JJBang

#11 Precisamente eso es lo que se debería hacer, el ganado limpia los bosques de maleza.

D

#5 Y ya sabes lo que ocurre:

NenPetit

#3 Alemanes y en el embalse de Mequinenza.

inar

#22 Tu amiga probablemente sabrá mucho de piragüismo, pero de siluros ...
P.S. Goto #14

bewog

#3 y dejarse una pasta de paso, que entre alojamientos, alquiler de lanchas etc mueve mucho business.

D

Conclusión: Un siluro con mucha mala ley de Poe se come a un Fox Terrier destinado a los altares de Darwin, mientras su dueña se queja en las redes irónicas de su ausencia, y los meneantes se dividen entre quienes alzan su voz ad nauseam con su Ley de Hume y aquellos que simplemente se apenan con flores azuzadas en una causa falsa.

Jakeukalane

#16 yo espero que el siluro no le haya pasado nada al digerirlo y que pueda seguir en ese río por si cae algún ser similar.

D

#18

montaycabe

#16 desactivate el corrector automático que no se te entiende nada

D

Parece un pokemon el bicho este.

Sacronte

#28 Ya hay un pokemon basado en el. No vas muy desencaminao.

ctrlaltsupr1

No habita "un ejemplar" (sería un individuo único). Lo que habita es una especie. Y no es "si no a palomas". Es "sino".
Ya han vuelto a dejar suelto al becario.

Darknihil

#23 Sino es el destino.

Adson

#44, segunda acepción.

Si no come palomas comerá otra cosa.
No come palomas sino otra cosa.

borteixo

El tipo del programa mounstruos de río le dedicara un capítulo en el propio Ebro.

Brill

Una amiga que hacía piragüismo siempre me dice lo mismo, si en un río hay patos es porque no hay siluros. Y viceversa. Se lo comen TODO.

D

#22 en Alemania esa regla no se cumple

Sawyer76

#26 Ni en ningún sitio.

s

#22 Pues dile que es mentira, directamente.
Pesco en pantano desde hace más de veinte años. Llevo muchisimas horas de rio y he podido ver la evolución de algunos de ellos tras la introducción del siluro u otros depredadores.

Patos y cormoranes conviven con los siluros, claro que se comerá algunos, exactamente igual que zorros, ratas, hurones, visones, jinetas y demás depredadores, solo es uno más a la lista y no más significativo.

No se lo comen TODO. Como depredador que es buscan siempre la presa más débil, enferma o herida.

Debido a la escasez de depredadores y a la falta de cultura alimentaria española de peces de rio, teniamos una sobrepoblación de carpas brutal, que a su vez competían tanto por el alimento que no crecían de tamaño, eso el siluro lo ha equilibrado algo que no hicieron luciopercas, black bases y lucios.

j

Siluros en el Ebro comiendo palomas

D

El culpable de todo esto se llama Roland Lorkowski

https://elpais.com/diario/2001/08/09/revistaverano/997308016_850215.html

EL CISNE Y EL SILURO
Un joven biólogo alemán importó en los setenta el pez del Danubio, una criatura fétida y fea

Un día de la primavera de 1974 un joven biólogo alemán, de poco más de 20 años, cruzó la frontera española. Roland Lorkowski llevaba en su equipaje 32 crías de siluro, un pez de agua dulce, muy apreciado por los pescadores de su país. En los trámites de la inspección aduanera el biólogo declaró que las crías iban a servirle para pescar el lucio en la zona del pantano de Mequinenza.

El pantano era, en efecto, su destino. Pero los alevines de siluro no fueron sacrificados. Lorkowski los echó al agua, confiado en sus cálculos. Su conocimiento del equilibrio ecológico de los pantanos de Riba-Roja y Mequinenza le llevaba a pronosticar que en pocos años, y por causas diversas, las dos principales especies depredadoras de los pantanos, el lucio y el black-bass, iban a sufrir una merma considerable. El biólogo sostenía que la principal consecuencia de todo ello sería la proliferación indiscriminada de las carpas. Y la proliferación de carpas, en su extremo final, sólo podía suponer una alteración gravísima del hábitat.

Cinco años después, los pescadores empezaron a sacar siluros en Mequinenza. No sabían lo que sacaban. Alguien más especializado empezó a hablar, como máximo, de que aquel tremendo animal parecía una mutación del pez-gato, achacable, a no dudar, a los estragos del progreso. Pero Lorkowski, veraneante habitual en la zona, diseminaba la nueva de que el pez raro no era otro que el gran siluro del Danubio.

El viajero escucha esta historia en los bares de los pantanos, cayendo la tarde. Es fácil escucharla a cualquier hora y en cualquier lugar. La dificultad máxima está en el apellido del biólogo, pero, por lo demás, todo el mundo la sabe y la repite. El ambiente es formidable. El ánimo y la excitación de los pescadores demuestra -como en medio de la grey filatélica, ajedrecista, de cualquier grey- la importancia de tener algo que hacer en la vida. Los pescadores exhiben, a veces con cierta aparatosidad, todas las nacionalidades de Europa, aunque predominan los alemanes y los ingleses. Dedican al siluro todas las horas de sus vacaciones. En Mequinenza nadie había vuelto a escuchar semejantes risas volcánicas desde los días del Edén, café cantante. Sabe que el ambiente no es el más propicio, pero el viajero ha de cumplir con su obligación.

-¿Lorkowski fue a la cárcel o sólo pagó por ello?

-Nadie lo molestó. Nunca. Ni deben molestarle. Entonces no había ninguna ley que prohibiera hacer lo que hizo. Por lo demás, nunca dirá en público que echó al agua las crías. Lo que hizo entonces ahora es ilegal: nadie puede traficar con especies. Pero ha sido útil.

El viajero se levanta a conocer el siluro. Va con prejuicios. En la carne de los peces de agua dulce sólo ha logrado encontrar grasa y barro. En cuanto a su fisonomía, sólo ve molicie y una vida degradada. Pero nunca pudo imaginar nada como el siluro. Nunca vio una criatura tan fétida. Nunca vio semejante horror y fealdad exhibidas con una altanería tan grotesca. Nunca quiso saber menos del panteísmo moralizante que nos hace a hombres y bichos socios del mismo plan de vida.

Al siluro común lo pescan en Mequinenza con 35 y 40 kilos. Pero hay ejemplares de más de 80, que pueden medir metro y medio. Pequeños o grandes, todos van recubiertos del mismo moco repugnante y todos tienen la monstruosa cabeza de cocodrilo al final de un cuerpo de lucio. El viajero nunca va a probar esa carne. Hay quien le ha dicho que sabe a rape. Otro dijo a mierda. Éstas son las versiones de los hechos. Lo más terrible de todo, sin embargo, es que lo pescan, se fotografían con la hazaña y lo echan de inmediato al agua. El siluro vuelve de la muerte y de ahí, tal vez, su aspecto. Aunque no todos vuelven. El viajero debe decirlo: los restaurantes chinos lo aprecian cada vez más, al margen de que lo mencionen en el barroco eclecticismo de sus cartas.

Aunque faltaba poco para el anochecer, el viajero no quiso quedarse a dormir en la zona. El siluro es inofensivo para el hombre, pero no en los sueños. Ahora que escribe sobre el pez, en tierra firme, busca una noticia que leyó durante su viaje. Un grupo de ornitólogos confirmaba que los cisnes salvajes que viven, desde hace un par de años, en una reserva ecológica próxima a Mequinenza se estaban reproduciendo. Los polluelos, explicaba el diario, encaraban sus primeras semanas de vida, que iban a ser cruciales: la máxima preocupación de los ornitólogos es que el siluro no se los comiera.

Danubiano, poderoso, brutal revientacisnes, feo, extranjero e ilegal. El viajero va probando con semejantes teclas, a las que es sensible, para ver si acaba amándolo. El pez ha traído al Ebro la inquietud y la riqueza, como suele suceder con los forasteros. Está el tal Lorkowski, biólogo, pero también próspero comerciante de peces de vinilo, y su gesto fundacional. En ese gesto se reúnen la soberbia y el desprecio colonial. Es que es de Colonia. Está la evidencia de que la introducción del siluro ha afectado a la biodiversidad de la zona y ha contribuido a agravar las dificultades de especies ya gravemente afectadas, como el barbo, el lucio y las madrillas. Sus desorbitadas necesidades de alimento también preocupan a los ecólogos. Todo es verdad. Pero el hórrido pez se ha adaptado de maravilla a Mequinenza. Parece feliz. Y muchos otros con él. Son condiciones clave para el que llega. Tal vez alguien no tarde en diseñar un siluro como emblema de Mequinenza. Un siluro nadando a través de las ruinas del pueblo inundado y comiéndose a grandes bocados los tiernísimos libros de Jesús Moncada.

D

Y para que quieren este pez ni siquiera sirve para alimentarse, y para pesca deportiva tampoco lo veo, y no es autoctono, mejor cargarselo.
El turismo deportivo que atrae es inapreciable

D

#38 vamos que no te has leído el artículo

Baal

#38 para la pesca deportiva no lo ves... Por eso hay toda una industria de turismo de pesca deportiva entorno a el en el Ebro, viniendo miles de pescadores de Europa todos los años, así como cantidad de pymes dedicadas a los diferentes servicios de pesca... Pero tu no lo ves...

D

X

Todavía no me he leído el artículo... pero en otros he leido que si pescas uno no lo puedes devolver al agua por ser una especie invasora. Y como te pillen haciéndolo te cae un buen multazo.

Baal

#39 y como una ley puede obligar a una persona a matar un ser vivo? Donde queda la objeción de conciencia? Si los quieren matar, que los ejecute la administración, por que delega por obligación esa tarea en la gente?

limondelcaribe

#39 Los propios pescadores te pone y ala cara (y malos modos) si no haces pesca y suelta.

Para poder pescarlo ellos otro día o para que críen y tengan más puta mierda de pesca.

s

#60 La idea del captura y suelta es no esquilmar los rios y pantanos como antaño, pero tú a tu bola...

D

5 metros dice jajajaja

a

#30 ya tardaba en aparecer.

D

¿Se come el siluro?, alguna receta de cocina?

MuCephei

Ya tenemos tema del día. SiluroDAY

D

El concepto de "tener tiempo para ir a pescar al ebro" es curioso para algunos mortales.