Escaparse de la realidad es necesario. Y a veces, urgente. La territorialidad, lo cotidiano, nos ahoga y resume. Nos confina a una peligrosa escollera en donde no circulan las aguas y el torrente de la renovación. En esos territorios, habitan duendes y hadas. Gnomos y fantasías que soñamos y nos encontramos a veces, en el rostro de alguien desconocido. Y en ese lienzo, rostro, ficcionamos entonces con la fruición propia de quien va por nuevas derivas. Derivas intensas de bordes difusos y contornos a veces, borrosos.
Comentarios
Depende, sí es para evadirse del presente competitivo es mejor formarse y obtener conocimiento y saber como funciona el mundo que nos rodea en base a la ciencia, sólo así podremos optar por dejarles un mundo mejor a nuestros bisnietos.
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daniel_gabriel
"Lo breve si bueno dos veces bueno."