Con semejantes antecedentes lo milagroso es que los órganos de seguridad republicanos no fusilen a Vagliasindi allí mismo. Las conclusiones que sacan de su personalidad son reveladoras: “es un hombre valiente, pero no es un buen estratega: no piensa antes de actuar”. “Es fiel, de eso no hay duda: fiel al rey de Italia, fiel a D´Annunzio y ahora fiel a “sus anarquistas”, a los que dice haber cogido cariño”.
Es una historia curiosa porque siempre se ha hablado de un cierto transvase entre anarquistas y falangistas, sobre todo en los primeros meses de la guerra. Por supuesto que la principal razón era sobrevivir, y si eras de la CNT en zona franquista ponerse una camisa azul era una opción inteligente (lo mismo que si eras falangista en Madrid: un carnet de la CNT te podía salvar la vida), pero además había algún elemento en común, lo que en Falange se llamó "la revolución pendiente" y que tendía a garantizar una mayor redistribución de la riqueza o reducir el poder del gran capital. Evidentemente, esto se olvidó pronto.
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Es una historia curiosa porque siempre se ha hablado de un cierto transvase entre anarquistas y falangistas, sobre todo en los primeros meses de la guerra. Por supuesto que la principal razón era sobrevivir, y si eras de la CNT en zona franquista ponerse una camisa azul era una opción inteligente (lo mismo que si eras falangista en Madrid: un carnet de la CNT te podía salvar la vida), pero además había algún elemento en común, lo que en Falange se llamó "la revolución pendiente" y que tendía a garantizar una mayor redistribución de la riqueza o reducir el poder del gran capital. Evidentemente, esto se olvidó pronto.