Hace 8 años | Por Piu a yorokobu.es
Publicado hace 8 años por Piu a yorokobu.es

Entre 1920 y 1940, unos 2000 hombres se implantaron tejido de testículo de mono para recuperar el vigor. Un domingo de 1925, Alfonso XIII canceló su visita a San Sebastián, donde le esperaba su familia. Aquella mañana recibió en audiencia a Serge Voronoff, que venía de Andalucía. El rey, muy interesado, quiso saber más sobre los injertos que el doctor de origen ruso venía realizando. Lo que tan célebre hizo a aquel médico fue su idea de que la fuente de la eterna juventud se hallaba en las gónadas.

Comentarios

Valverdenyo

Descubierto el secreto de Errejón

D

yo soy más de beber agua de mineralización débil

Xtrem3

Que cabrón alguno: "¿Cómo puedo sacarle los dineros a este pardillo? Ya está, lo tengo: ¡Los ovarios de hiena son buenos para la eyaculación precoz!" y cuela...

CensuradoPorMeneame

Esta se ha comido toda la manada, falos incluidos ¡y yo que creia que era el photoshop ese!

D

#5 Parece el curioso caso de Benjamin Button.

ivanrsz

Viendo las últimas fotos hay que reconocer que parece que el remedio funcionaba.

D

Los cuernos de los rinocerontes dan buena suerte, excepto para los rinocerontes, que matan para obtenerlos.
Los testículos de monos dan eterna juventud, excepto para los monos, que matan para obtenerlos.