De un tiempo a esta parte, francamente, somos más de Infancias destruidas. Las de aquella gente con una memoria nostálgica tan frágil que su pasado se atomiza retroactivamente cuando alguien toca una de sus peliculitas de papel pinocho. Como ese efecto dominó nos parece graciosísimo, y aquí somos muy de pisotear iconos generacionales, bah, por pasar el rato, aquí tenéis unas cuantas películas a las que nos gustaría practicarle el saludable efecto gender-bending, estilo Cazafantasmas (2016), y reformularlas con repartos femeninos.