El 6 de junio de 1554, el emperador Carlos V firmaba su testamento faltando aproximadamente año y medio para su abdicación, que tendría lugar en Bruselas, ante los procuradores de Flandes y Brabante, entre el 25 y el 28 de octubre de 1555 (aunque aquella renuncia sólo afectaba a los Países Bajos, por lo que tuvo que realizar otras en cada uno de sus posesiones). Tapiz dieciochesco mostrando la abdicación de Carlos V, por Leyniers y Reydams En el documento reconocía la paternidad de don Juan de Austria y señalaba cuáles (...)