Sea usted hombre o mujer, con seguridad habrá escuchado un intercambio como el que sigue cuando una amiga suya enumera los encantos de su nuevo amor: “Es muy lindo, muy querido con mis amigos, sabe una cantidad de cosas y es tan chistoso…”. (Ahora, si usted, lector, es hombre y por pura casualidad conoce al tipo en cuestión, se habrá preguntado también: “¿Chistoso? Pero si el tipo no entiende un chiste aunque se lo expliquen”). Sea lo que sea, igual hay algo que jamás oiríamos de boca de un amigo ensalzando las virtudes de su última bienamada: