Hace 1 año | Por JaiMolas a eldiario.es
Publicado hace 1 año por JaiMolas a eldiario.es

El 10 de agosto de 1932 se produjo el primer golpe militar contra la II República. La asonada, conocida como la Sanjurjada al encabezarla el general José Sanjurjo desde Sevilla, fracasó en cuestión de horas, pero dejó tras de sí una estela que cristalizó cuatro años después. Por un lado, las autoridades republicanas consideraron que quedaba conjurado el peligro de una nueva intentona militar, pero por otro, el descontento fue larvando en el Ejército al considerarse que las sanciones impuestas habían sido indiscriminadas.

tiopio

La República actuó con debilidad. La diferencia con 1936 en es que se armó al pueblo.

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En 1983, la que según los organizadores tenía impulso regio, fracasó, pero en prevención de otra se dió un giro de timón a la política española. Esto se ve incluso en las sentencias de TC. Y se hicieron cosas muy feas como el GAL, también se mantuvieron hasta los símbolos franquistas, muchos hasta nuestros días. Así la derecha no puede desear ser golpista, tienen todo lo que quieren. El presidente de Iberdrola, ese que nos insulta, gana más en un día que el Presidente del gobierno en todo un año. ¡País!

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En esto de los golpes de estado nos fijamos mucho en sus protagonistas y nos olvidarnos de quien pone el dinero, sin el que esos golpes están condenados al fracaso.

Con Hitler pasa algo parecido: se nos dice que era un loco y se habla poco de lo que económicamente costó esa guerra y cómo se financió, y en todo ello el común denominador es el capital, el capitalismo.

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La Sanjurjada, esa tontería infantil de la que se olvidan por aquí todos los que recuerdan compulsivamente la Revolución de Asturias para demostrar que los antidemocráticos en la República eran los rojos. Igual que los que recuerdan compulsivamente el asesinato de Calvo Sotelo y olvidan el del Teniente Castillo, del que fue consecuencia

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#4 Te voy a recordar los hechos que omites o voluntariamente o por ignorancia.

Durante la república, la violencia política de grupos paramilitares de izquierda y derecha estaba desatada, y murieron asesinados varios miles de personas a todo lo largo de ese periodo.

En cuanto a los antecedentes directos, omites descaradamente que un guardia civil llamado anastasio rodríguez fue asesinado por grupos de la extrema izquierda, y que esto generó tumultos de la guardia civil y paramilitares de derechas durante su entierro por la inacción de la "guardia de asalto", cuerpo formado por la izquierda para sustituir a la guardia civil de quienes por lo general, no se fiaban. Para reprimir esas manifestaciones que el gobierno tachó de "ilegales", envió a la guardia de asalto, liderada por el teniente castillo, que se lió a tiros matando a 6 personas e hiriendo a tres docenas más. La semana siguiente, grupos de paramilitares-civiles de la extrema derecha fueron a por él.

Como consecuencia, la izquierda mató al líder del segundo partido político mas votado de la derecha, que su única relación con los sucesos anteriores era "ser de derechas" y tener relevancia. Y mataron a éste porque no encontraron a su objetivo inicial, que era el lider del partido de l derecha mas votado, gil robles. Y lo más grave de todo: Lo perpetraron entre otros miembros de la guardia de asalto, usando vehículos y armas reglamentarias, pero vistiendo de paisano; miembros de la fuerzas de seguridad de la república, no civiles armados como el caso de los asesinatos de la derecha.

devilinside

#5 Si era un alférez de la Guardia Civil que murió en un enfrentamiento con unos manifestantes el nombre correcto es Anastasio de los Reyes, si no recuerdo mal. También recuerdo vagamente (de haberlo leido, no soy tan anciano) que la comitiva del entierro estaba integrada por miembros de los partidos más derechistas, armados, y guardias civiles y militares uniformados y armados, que previamente a la intervención de la Guardia de Asalto ya habían intervenido en tiroteos previos durante el recorrido. Hablando de olvido o ignorancia, también recuerdo que antes de ir a buscar a Gil Robles fueron a por un miembro de Falange, del que sospechaban que era autor del asesinato del Teniente Castillo, y al no encontrarle fueron después a por el presidente de Renovación española, y al no encontrarle fueron después a por Gil Robles, pero como estaba de veraneo, fueron finalmente a por Calvo Sotelo, del que pensaban que era autor intelectual del asesinato de Castillo (supongo que infundadamente). La verdad es que fue una época curiosita, vista desde la actualidad

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#1 La diferencia con el del 36 es principalmente que este golpe no tenía los apoyos y dineros que tuvo el siguiente tanto de dentro como de fuera de Espana.

Cuando en un golpe participa la banca britanica, la estadounidense, la portuguesa junto con la de varios países más, y además Alemania e Italia a lalimón pues es más probable que fructifique. Eso sin contar con los apoyos internos, la Fortuna de la familia de banqueros más prominente de Espana, los March, los nobles terratenientes desde andalucía hasta Cantabria... El patido agrario y la Falange...

Y aún así no triunfó porque Espana estaba dividida y lo que se debió dirimir políticamente bajo la soberanía propia de un país democrático, se dirimió por las armas por intereses extranjeros e internos, en cualquier caso espurios.

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#4 La revolución de Asturias no fue más que un episodio local de una huelga general a nivel nacional, fue una insurreción armada motivada en parte por la dura represión, pero dificilmente podría constituir un golpe de estado dado que en el resto del país lo que había eran manifestaciones brutalmente reprimidas por las fuerzas del orden y una huelga. Una huelga motivada por la laminación brutal que el bienio radical hizo de los derechos laborales. Se abolió la jornada de 40 horas semanales para volver a las 48, se bajaron brutalmente los salarios y se propusieron limitaciones leoninas del derecho de huelga, con penas de prision. Además se reinstauró la pena de pmuerte. La respuesta fue la lógica. Tras esto, el gobierno radicalcedista abolió aun mas derechos y llenó las cárceles de sindicalistas, muchos de ellos sólo por la huelga aunque no hubiesen participado en ningún acto subversivo o insurrecto, abonando el campo para que la falange ocupase su sitio.