Hace 8 años | Por nanobot a theguardian.com
Publicado hace 8 años por nanobot a theguardian.com

Desde el exterior parece un parque temático hortera, mitad castillo de arena, mitad nave espacial, pero el interior es otra historia. El gran proyecto de Gaudí, en el que trabajó obsesivamente, iba a ser "una catedral para los pobres" - sin embargo, él forjó su reputación construyendo villas extravagantes para millonarios catalanes y cortejando a clientes ricos. Esta íntima relación entre el dinero y la Iglesia era precisamente lo que alimentó las sospechas del pueblo catalán hacia el clero. Pero Gaudí no veía ninguna contradicción.

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Robus

Cosa curiosa de Gaudí:

En 1906 visitó Unamuno las obras de la Sagrada Familia acompañado de Joan Maragall. Gaudí se pasó todo el rato hablando en catalán, como había hecho antes durante la visita de Alfonso XIII (ya hemos dicho que fue un catalanista conspícuo, durante los primeros años de la dictadura de Primo participó en algunos desplantes contra un centralismo tan abstruso que llegó a querer cambiar el nombre de los pueblos catalanes, castellanizando, por ejemplo, Massa Net de Cabrenys, que hubiera quedado en Demasiado Limpio de Cabritos).

Don Miguel recorrió las obras a grandes zancadas mientras decía en voz alta "No me gusta, no me gusta". Le seguía detrás Gaudí, cabreadísimo, repitiendo, en catalán, "No li agrada, no li agrada". Maragall, consternado, se subía por las paredes. Dicen que luego se pasaron horas frente a frente haciendo pajaritas de papel, en una especie de torneo papirofléxico. Gaudí guardó las que le regaló Unamuno hasta su muerte. Encuentros y desencuentros...

http://www.tarragona-goig.org/llibres/gaudi.htm

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