Hay una analogía muy clarificadora: todos somos hablantes de nuestra lengua materna y a nadie se le ocurre suspender la asignatura de Lengua Española, porque tiene la función de aumentar nuestra competencia lingüística para tener una acción comunicativa exitosa; para hablar bien, construir bien o mejorar la comprensión lectora. Pues algo parecido debería suceder con la asignatura de Ética: que todos seamos sujetos morales no nos exime de una reflexión ética, que además en esa edad, entre 15 y 16 años, es especialmente oportuna.
Comentarios
Que seamos animales de costumbre no nos exime de pensar. ¿Es eso?
El término “suspender” de la entradilla me ha hecho tener que leerla varias veces, es muy confuso cuando se está hablando de una asignatura #0
No soy un lumbreras, pero creo que este hombre dice cosas muy interesantes,