Hace 7 años | Por nilien a nytimes.com
Publicado hace 7 años por nilien a nytimes.com

Durante treinta años, la opinión de una prestigiosa académica y de un marchante también coleccionista, ambos expertos en antigüedades del sudeste asiático, se consideraba suficiente para fijar el valor y legitimar el origen de una pieza. Sin embargo, una denuncia criminal ha expuesto los manejos de ambos para blanquear las procedencias de obras que habían sido saqueadas, y hacer así posible su venta, un suceso que arroja dudas sobre el papel de los expertos en el mercado fraudulento de arte.

Comentarios

nilien

Esta noticia, y el trabajo de investigación que la ha hecho posible, se ha considerado muy importante debido a que contribuye a destapar toda la basura que hay acumulada después de años y años de saqueos y de tretas para ocultar que las grandes casas de subastas se nutren muy a menudo de piezas procedentes de países en guerra o vulnerables, y no sólo es que hagan la vista gorda, sino que lo saben y se esfuerzan mucho en ocultarlo, aunque luego cuando salta la libre traten de lavarse las manos...

Como dice el militar encargado de seguir la pista de todo lo que se saqueó de Irak, lo que hace años se consideraba aceptable (con la excusa de "si no me lo llevo yo esto se va a destruir, así que mejor lo robo y si luego lo vendo mejor") ya no lo es hoy en día...

D

Hay tretas, hay meneo.

D

El vino, la bolsa de valores, el arte (moderno), las start-ups disruptivas...

zebranegra

#3 La cocina de autor, la moda de pasarela...