Hace 3 años | Por senfet a lavanguardia.com
Publicado hace 3 años por senfet a lavanguardia.com

Pilotos, marineros, desertores de la División Azul, divisionarios capturados en la Segunda Guerra Mundial... La URSS los recluiría durante años en sus terribles campos de trabajo

Comentarios

e

Envío muy interesante. Es una pena que al tratarse de Gulags y no campos de concentración es muy probable que el meneo pase sin pena no gloria.

Heni

#2 No sé si llegará a portada, pero no creo que sea correcto comparar campos de trabajo (Gulags) con campos de concentración, basicamente porque de los primeros se volvía, de los de exterminio no.

fofito

#3 Técnicamente los campos de concentración y de exterminio no son lo mismo.

A diferencia de los campos de concentración y de esclavos, donde las altísimas tasas de fallecimiento se debían a la inanición, el agotamiento y el maltrato, los campos de exterminio estaban específicamente diseñados para la eliminación de personas.

Asi que si, los gulags eran campos de concentración en los que se sufria maltrato, hambre y "reeducacion".

u

#3 Hombre, se volvía sobre todo si tenías la suerte de aguantar vivo hasta 1953-54, cuando se liberaron gran número de prisioneros.

Aún así, entre 1930 y 1953 se estima que de los 18 millones de prisioneros que pasaron por los campos del sistema de GULAG (gulag no es sinónimo de campo; gulag era el nombre de la agencia estatal de trabajos forzados), entre 1,6 y 1,8 murieron bien en los campos o bien al poco de salir (tenían la costumbre de liberar los prisioneros moribundos.

Por otro lado, cumplir la pena y salir del campo antes de 1953 tampoco no te garantizaba nada, porque era práctica común volverlos a encarcelar con condenas aún mayores una vez finalizada la pena inicial (Shalamov lo explica bastante bien esto).

Como dice #4, el sistema de gulag no eran campos de exterminio, eso es cierto, puesto que lo que buscaba sobre todo era 1) crear un sistema de terror entre la población haciendo desaparecer de la vida pública y de la vida familiar todo aquel que pudiese llegar a representar una amenaza para el régimen, y 2), quizá más importante aún, generar mano de obra esclava, organizada de forma excepcionalmente racional y eficaz, que permitiese al estado lograr sus fines económicos.

Para ello debía saberse equilibrar muy bien el mantenerlos vivos con el mínimo gasto en recursos y alimentos por parte del estado, lo que implicaba para los presos un estado constante de práctica inanición.

A la vez, tras 10 o 15 años desaparecidos el objetivo de convertirlos en fantasmas y parias que no representasen una amenaza ya estaba cumplido, por lo que acabarlos de asesinar era redundante y poco eficiente, así que no había ninguna necesidad de hacerlo más que lo necesario para mantener el orden dentro de los campos.

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