Aquellos grupos vacunofóbicos que se oponen a la inmunización han elegido a un preservante de algunas vacunas denominado timerosal como motivo de preocupación. Sin evidencias, y de manera persistente durante décadas, lo han vinculado en niños a un trastorno severo del desarrollo neurológico llamado autismo. Lo hacen a contramano de numerosos estudios científicos que descartan tal asociación. Entre ellos, uno reciente en el cual la exposición de monos macacos Rhesus al compuesto no desencadenó alteraciones en el comportamiento...
Comentarios
qué estudio demuestra que una vacuna puede provocar autismo. ¿Un vídeo de youtube lleno de faltas de ortografía?
#2 Básicamente. Esa es la principal prueba. Si hay un video de youtube que lo dice, entonces es cierto.
No se puede comparar el sistema inmune de un mono con el de un niño nacido en un hospital, no se han dado cuenta de que existen nuevas enfermedades autoinmunes, que hace 40 años no existían.