Cuando se reveló el resultado de la votación para decidir el primer ganador del Oscar al Mejor Actor, la Academia de Artes Cinematográficas y Ciencias se dio cuenta de que tenían un problema. El “actor” que había recibido la mayoría de votos era en realidad un perro llamado Rin Tin Tin, protagonista de películas como A Dog of the Regiment y Jaws of Steel. Al concejo de películas le preocupaba que darle la primera estatuilla a un can difícilmente le diera credibilidad a sus nuevos premios. Para evitar que lucieran como dementes, pasaron el Oscar
Comentarios
Todo esto me suena a revisionismo.
#3 Si Página 12 dice que hay sol yo vuelvo a buscar el paraguas
" Mirándolo a través del largo lente de la historia, la decisión fue un error: un comité tan preocupado por la vergüenza de honrar un perro terminó conmemorando a un hombre cuya carrera terminó en la ignominia de ser un vilipendiado propagandista de Adolf Hitler. Los Oscar despreciaron a un ovejero alemán... y en su lugar destacaron a un perro nazi."
La virgen, el autor...
#1 gente que juzga el pasado como si del presente se tratase
No conocía esta historia, me ha parecido muy interesante.