Hace 5 años | Por irdnas a muyinteresante.es
Publicado hace 5 años por irdnas a muyinteresante.es

Cada año, la Sociedad Española de Neurología (SEN) nos recuerda que debemos seguir unas pautas básicas para cuidarnos durante esta época. Y es que a nuestro cerebro le sienta fatal el verano, al menos si vivimos en un país con altas temperaturas como el nuestro. El motivo fundamental es que el calor interfiere con la actividad del hipotálamo, una parte muy importante de nuestro órgano pensante que, entre otras muchas funciones, se ocupa de regular nuestra temperatura corporal. Como es previsible, este efecto tiene a su vez otras consecuencias

Comentarios

tiopio

Porque hace un calor de cojones que no hay quien lo aguante.

kumo

#4 A mi no me gusta principalmente porque hace calor y eso deriva en dos consecuencias directas: Sudor por vivir. Y gente informandote de que hace calor y hay que hidratarse. Porque la sensación térmica y la sed no son suficientes para decirle a tu cerebro que bebas agua, se ve...

kucho

#5 pues tienes un problema. esa gente que te informa, seguira informandote en invierno de que hace frio, cuando llueve de que te vas a mojar y cuando no, que necesitas mojarte. cuando no hay de que hablar siempre se habla del tiempo. o del futbol.

V

#4 25° No es para tanto quejica

Maestro_Blaster

Verano: que puto calor
Otoño: Que puta lluvia
Invierno: que puto frío
Primavera: que puto polen

Así somos

skaworld

A mi cerebro le encanta el verano, lo que no le mola una puta mierda es trabajar en verano.

En invierno tampoco.
En primavera menos.

En otoño si, pero solo si hace bueno.

b

#2 En otoño tampoco, pero tu cerebro aún no te ha enviado esa información. Prefiere ocultarte la verdad :tinfoil_hat:

D

Si eres gay siempre te gusta ver ano

d

No te gustará si tienes que pasarlo currando en Madrid a 40º.
Si estás de vacaciones en la playa, como Dios.

w

"Muy interesante" en su línea de sensacionalismo barato y falacias que tan bien les funciona. Lo peor de todo es que lo disfrazan de ciencia.

Nuestro cuerpo funciona peor sometido a altas temperatura y a radiación ultravioleta intensa. Eso no significa que no le guste el verano.

Significa que, igual que hacen la inmensa mayoría de animales, en las horas ccentrales hay que buscar la sombra y sitios donde corra el aire.

Hay que adaptarse al medio, no adaptar el medio a nosotros. Es curioso que en todos los pueblos hay calles estrechas, con sombra al mediodía y una rica brisa fresca. Con el desarrollo se nos olvidaron los principios más básicos y urbanizamos a lo loco.

Si a eso les añades el sedentarismo y el sobrepeso (sí, si una capa bien gorda de grasa te cubre tienes más calor y sudas más) ya tienes el marco perfecto para que los ignorantes repitan aquello de que no les gusta el verano.