Hace 3 años | Por Silvia_Folk a filco.es
Publicado hace 3 años por Silvia_Folk a filco.es

Si hubo un filósofo que se jugó el tipo a la hora de defender su trabajo, ese fue Baruch Spinoza. Como judío holandés de raíces hispanolusas, sufrió en sus carnes las persecuciones antisemitas que asolaron Europa, pero también las de sus propios vecinos, que veían en sus posturas filosóficas signos claros de herejía por los que sería condenado al ostracismo y la marginación. No es extraño, por tanto, que Baruch Spinoza publicara en vida nada más que dos libros (Principios de la filosofía de Descartes y Tratado filosófico-político.

Comentarios

Noctuar

A mi modo de ver, la filosofía de Spinoza tiene un grave problema moral de fondo. Si consideramos que el Universo es Dios [Deus sive Natura] entonces no tiene sentido que alguna acción pueda ser considerada inmoral. Spinoza no defiende simplemente un monismo ontológico sino que defiende que el Ser es Dios y debe ser reverenciado como tal. Este pensamiento conduce necesariamente a negar que existe la ética como entidad autónoma. Así las acciones sólo pueden ser evaluadas subjetivamente en función de si nos perjudican o nos dañan, pero no podemos juzgar que haya acciones que sean objetivamente correctas o incorrectas de acuerdo a un parámetro moral.