Los ciudadanos y las ciudadanas… A lo largo de la reciente campaña electoral, hemos oído un montón de veces expresiones como ésta, que molestan o provocan la burla de muchas personas. Hay quien opina que la lengua es una cuestión de economía –afirmación que he oído hacer incluso a filólogos-, negándole así la riqueza, la polisemia y en último extremo la posibilidad de contar en mil versos o en mil páginas de prosa aquello que se podría contar en dos.
Comentarios
Asi me gusta Angeles que digas las cosas claras y sin sexismos, que los hombres son todos unos cerdos y nunca entienden nada.
Los y las meneantes y meneantas estarán de acuerdo en que en nadie habla o escribe así en su vida diaria. Sería ridículo y ridícula.
Y, por cierto, estaría bien que los diccionarios, que se supone que están organizados siguiendo un orden rigurosamente alfabético, lo hiciesen de verdad, y mencionasen en primer lugar el término femenino cuando así corresponde: ¿es acaso normal que “niño” figure antes que “niña”, como ocurre con todos los sustantivos y adjetivos que forman el masculino en –o y el femenino en –a? Cuando el orden alfabético en los diccionarios sea real y no un orden ideológico en el que prevalece una vez más lo androcéntrico, yo dejaré de defender la bondad de utilizar ambos plurales.
No hay voto "mierdosa". Una pena.
Si aseguro que “la justicia suele desproteger a los padres en caso de divorcio”, ¿aludo a los padres varones o extiendo esa idea a los progenitores en su conjunto?: esto, amiguitos, es un fragmento del argumentario