Edgar Pérez era profesor asociado de la Universidad de Salamanca. Aunque su trabajo está vinculado a la ingeniería química, gracias a sus conocimientos adquiridos en el extranjero, se decidía a poner en marcha una estrategia novedosa contra el mieloma múltiple. Como nadie confió en él, decidió buscar fondos por su cuenta, organizando una gala benéfica. Seis meses después, denuncia que la Universidad le impide destinar el dinero a contratar a un investigador en paro, sin darle ninguna razón.
Comentarios
Partiendo que me parece una verguenza lo de la USAL, me planteo que si el proyecto es tan bueno, que no lo dudo, porque no se va a otra universidad y se lo presenta. Si la universidad de Salamanca no sabe apreciar el talento y la entrega pues otras habran que quieran investigar.
#1 muy bien, pero el problema ahora es que tiene el dinero y no lo puede usar, no brindis al sol sobre lo que haría en el futuro...
Y poco sabes de cómo está ahora la universidad como para pensar que pueden fichar un nuevo investigador si casi no dan para pagar los que tienen
#2 ¿Que no da para pagar a los que tienen...? hay de sobra pero en reuniones, simposiummmmmm, congresos, idas y venidas
de catedráticos y titulares al final no queda para lo esencial. Esa es la mierda que hay. Y me parece es generalizada.
#4 sí, ya. Y tú crees que eso lo paga la universidad, no los proyectos de investigación
¿Es asociado? ¿Hace él una "gala benéfica" y la pasta se la queda la universisad?
¿Sin tan prometedor es su proyecto por qué no se dedica al mismo en vez de perder el tiempo enfrentándose a la universidad?
Huele a humo desde aquí...