Hace 8 años | Por Izaga a yorokobu.es
Publicado hace 8 años por Izaga a yorokobu.es

La hipocresía digital sugiere que no hablemos en público como lo hacemos en privado, aunque las intenciones del mensaje sean las mismas. La mayoría de nosotros sabemos que decir gordo no significa —porque sí— ser gordófobo; que decir marica o maricón no significa ser homófobo (por ejemplo, en Sevilla, entre amigos, como veremos más adelante); que decir viejo no significa despreciar a los ancianos. Gordo, marica o viejo adquieren significado por el contexto y el hablante y el oyente inteligente lo entienden por el contexto.

Comentarios

D

No me caen bien los gordofobos.

o

#1 Eres un gordofobofobo.

D

#4 En el mundo sólo hay dos cosas que no soporto: La gente intolerante con otras culturas y los holandeses.

JackNorte

Al gunos creen que nuestro lenguaje es una decision consciente, cuando solo es el resultado de una erronea educacion social.
No es cuestion perseguir a nadie con antorchas ni de vanagloriarse de la estupidez. No se lo que se puede educar se educa pero es complicado cambiar si no se sabe donde esta la equivocacion o la piedra del camino.
Educacion ese gran secreto oculto.

D

#2 Educación social basada mayormente en prejuicios, ese gran monstruo oculto en nuestro subconsciente.

D

No sé si el autor del artículo, que no deja de ser interesante, se lo habrá releído antes de publicarlo, porque hay unas cuantas erratas y alguna confundencia léxica.

Aunque claro, siempre puede ser que los brazos del cani que describe al principio hubieran sido sometidos a curiosa tortura, y no musculados a golpe de mancuerna.

mancuerda.
(De man, mano, y cuerda).
1. f. Tormento que consistía en atar al supuesto reo con ligaduras que se iban apretando por vueltas de una rueda, hasta que confesase o corriese gran peligro su vida.