Satie es uno de esos episodios extraños en la historia de la música, pero un episodio que tenía que ocurrir, quizá porque es inevitable que surjan individuos que marquen su propio camino, al margen de las corrientes artísticas predominantes. Quizá aporten una luz que ilumina nuevos senderos, y hablando de Satie no se puede negar la influencia que tuvo sobre muchos contemporáneos (especialmente Ravel, quien no dudó en reconocer su deuda) y siguientes generaciones.
Comentarios
Me encanta Satie. Hoy mismo pensaba en lo mucho que me ayuda su música en mi trabajo.
#1 ¡Pues ya somos 2!
Les sumas las Gnossiennes y tienes buena música en la que descansar el cerebro para rato
#0 Qué buen gusto musical tienes, joío.
Hombre, aportar aporta, pero luz no es precisamente lo que aporta Satie con su música...
Bonita forma de empezar en día
Satie fue el segundo en hacer música programática.
"Música programática es la música que tiene por objetivo evocar ideas e imágenes en la mente del oyente, representando musicalmente una escena, imagen o estado de ánimo", que Erik llamó musique meublé.
El primero fue Vivaldi con sus estaciones, luego Satie y más tarde, recuperando a Satie, tenemos la música de Brian Eno y su trabajo Music for airports, basado en el concepto de escena, imagen o ánimo, creando un ambiente.
La música new age copia descaradamente y comercializa todo este tinglado.
Una cualidad de Menéame es que, de repente, aparece oro entre el lodo.
Gran «subida». Muchas gracias.
Aunque me gusta muchísimo la música barroca, esta pieza de Satie me conmueve especialmente.