Publicado hace 8 años por SothTeo a fredalvarez.blogspot.com.es

Hay mucha gente que cree que la poesía no sirve para nada,pero la poesía,en contra de la creencia general,puede ser una muestra admirable de valentía y de lucidez política.En el invierno de 1934,durante un paseo por un parque de Moscú,el poeta Osip Mandelstam le recitó a su amigo,el también poeta Boris Pasternak,un poema que había compuesto después de haber presenciado la terrible hambruna de Crimea y las ejecuciones masivas de «kulaks» –o campesinos acomodados– que se oponían a la colectivización forzosa del campo decretada por Stalin ...

Comentarios

IvanDrago

#4 Dime un solo gobernador que solo haya hecho cosas buenas... Bush mató a mucha más gente que Stalin y aquí se sigue defendiendo a EEUU a muerte... De hecho les vamos a regalar nuestros derechos para que los usen a su antojo...

D

#5 Ya pero Iosif lo primero que hizo muerto Lenin fue matar a sus contrincantes. Lenin tenía un favorito y no era Stalin.
A partir de ahí, mal comienzo, vino la caza de brujas.

dolicocranea

#6 No lo dirás por Trotsky porque mira que hay escritos de Lenin diciendo verdaderas lindeces sobre él... Más que de Stalin.

D

#7 Cierto que tuvieron palabras cruzadas pero también habló maravillas de él.

dolicocranea

#8 “Trotsky nunca ha tenido una opinión firme sobre ninguna cuestión importante del marxismo”. (El derecho de las naciones a la autodeterminación, 1914).
“Trotsky llegó, ¡y este sinvergüenza a la primera se apandilló con el ala derecha de Novy Mir contra le izquierda de Zimmerwald!... ¡¡Ese es Trotsky!! Siempre fiel a sí mismo, trampas, estafas, poses de izquierdista, ayuda a la derecha, tanto como pueda…” (Carta a Inessa Armand, febrero de 1917).
“Trotsky ha hecho perder tiempo al Partido en una discusión de palabras y malas tesis…Todas sus tesis, su plataforma entera, son tan erróneas que han distraído recursos y la atención del Partido del trabajo práctico en la “producción” hacia un montón de discursos vacuos… (…)después de la sesión plenaria de noviembre en el que se dio una solución clara y teóricamente correcta". (Una vez más sobre los sindicatos, 1921).
“En relación a la Inspección Obrera y Campesina, el camarada Trotsky está fundamentalmente equivocado… En relación a la Comisión de Planeamiento del Estado, el camarada Trotsky está no sólo absolutamente equivocado sino que está juzgando algo en lo que está sorprendentemente mal informado” (Réplica a las observaciones sobre las funciones del Vicepresidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, 1922).

No tiene mucha pinta, por lo que dijo Lenin, de ser favorito. lol Aun así yo siempre he pensado que Lenin quería que fueran los dos Stalin y Trotsky, juntos. No dejarle todo a uno, que a Stalin también lo vio venir y dijo que había que quitarle tanto poder.

D

#9 ¿Quien en un año forma un ejército de 1 millón de soldados y vence al ejército imperial? Trotsky.
Leon decía que la revolución debía de ser universal, nunca local porque sería un fracaso. Ergo tenía razón, los países socialistas han ido acabando sus glorias y en gran medida por rechazar la revolución permanente. Es decir, todos los países socialistas no han sido más que burocracia y burguesía del poder.
Las páginas y blogs de estalinistas pocas razones me dan para fiarme de ellos. Incluso niegan que Trotsky fue asesinado por orden de Stalin y niegan la represión del dictador. Como para beber de sus fuentes. ¿Que Stalin hizo cosas buenas? Sí, bastantes, una de ellas los planes quinquenales de... Trotsky.

dolicocranea

#10 No, si yo hasta el 17 y durante ese año le reconozco su importancia eh. Pero lo que hizo después no tuvo nombre, bueno sí pero es muy feo. Lo que no sé es qué te hace pensar que Trotsky hubiera sido diferente a Stalin. Pero siempre igual, todos los fallos fueron de Stalin... Lenin, Trotsky y Stalin fueron críticos con el burocratismo, el hecho de que el primero de ellos lo fuera es importante porque indica que ya existía antes del ascenso de Stalin. La burocracia existía de antes, cuando en el 18 el Estado centralizó funciones políticas que hasta entonces desempeñaban los soviets (lógico si quieres planificar centralizadamente la producción para que atienda a las necesidades reales del pueblo). Pero se identifica a Stalin con el burocratismo porque así lo vomitaba la pluma de Trotsky, despechado, que pasó de pensar que sería sucesor de Lenin a perder todas las votaciones en el Congreso del Partido. Reuniendo gente para crear facciones... pues le echaron, él se lo buscó, la prohibición de las fracciones fue votada y adoptada en el X Congreso del Partido.
En cuanto a las represiones, ¿de verdad Trostsky hubiera sido diferente? Durante la GCivil demostró ser implacable con el enemigo, y luego igual en 1921 con los marineros de Kronstadt. Creo que Stalin cometió fallos, como todos los dirigentes como diceIvanDragoIvanDrago pero hay que ser consecuente y razonable. Que sí, hubo demasiado ambiente de paranoia y persecución en el Partido y pudieron pagar quien no debía y se les fuera la mano. Pero realmente hubo complots para derrocar al gobierno y los procesados en Moscú lo confesaron, sin la menor señal de tortura como constataron numerosos observadores internacionales.
Y por otro lado, sinceramente, la pelea oficial entre socialismo en un país y revolución permanente (en el momento en el que la defendió Trotsky, cuidao) me parece absurda No la hubo realmente. La revolución había fracasado en Alemania, se podía hacer tres cosas: construir el socialismo en la URSS, imponer el socialismo en Europa pisoteándola con el Ejército Rojo, o rendirse y dejar que la URSS siguiera siendo capitalista. La segunda opción, es poco realista, ya que la Revolución Rusa se había hecho bajo el lema “paz y pan”. El pueblo estaba extenuado de tanta guerra, habría sido mentir al pueblo. Por eso, la idea de la revolución permanente fue rechazada por el Partido, que votó rechazarla. Años antes, el mismo Trotsky, pese a su posición infantil inicial, había acabado por reconocer que Lenin tenía razón y había que firmar la paz de Brest.

D

#5 Bush mató a mucha más gente que Stalin

¿¡Qué1? Cita requerida. Pero, ¿estáis yendo a ver quien suelta la burrada más gorda?

IvanDrago

#12 ¿Iraq?¿Afganistan?¿Políticas sanitarias?...

Dab

Vivimos sin sentir el país a nuestros pies,
nuestras palabras no se escuchan a diez pasos.
La más breve de las pláticas
gravita, quejosa, al montañés del Kremlin.
Sus dedos gruesos como gusanos, grasientos,
y sus palabras como pesados martillos, certeras.
Sus bigotes de cucaracha parecen reír
y relumbran las cañas de sus botas.
Entre una chusma de caciques de cuello extrafino
él juega con los favores de estas cuasipersonas.
Uno silba, otro maúlla, aquel gime, el otro llora;
sólo él campea tonante y los tutea.
Como herraduras forja un decreto tras otro:
a uno al bajo vientre, al otro en la frente, al tercero en la ceja, al cuarto en el ojo.
Toda ejecución es para él un festejo
que alegra su amplio pecho de osetio

IvanDrago

Oda a Stalin por Pablor Neruda

Camarada Stalin, yo estaba junto al mar en la Isla Negra,
descansando de luchas y de viajes,
cuando la noticia de tu muerte llegó como un golpe de océano.
Fue primero el silencio, el estupor de las cosas, y luego llegó del mar una
ola grande.
De algas, metales y hombres, piedras, espuma y lágrimas estaba hecha esta
ola.


De historia, espacio y tiempo recogió su materia
y se elevó llorando sobre el mundo
hasta que frente a mí vino a golpear la costa
y derribó a mis puertas su mensaje de luto
con un grito gigante
como si de repente se quebrara la tierra.
Era en 1914.
En las fábricas se acumulaban basuras y dolores.
Los ricos del nuevo siglo
se repartían a dentelladas el petróleo y las islas, el cobre y los canales.
Ni una sola bandera levantó sus colores
sin las salpicaduras de la sangre.
Desde Hong Kong a Chicago la policía
buscaba documentos y ensayaba
las ametralladoras en la carne del pueblo.
Las marchas militares desde el alba
mandaban soldaditos a morir.
Frenético era el baile de los gringos
en las boîtes de París llenas de humo.
Se desangraba el hombre.
Una lluvia de sangre
caía del planeta,
manchaba las estrellas.
La muerte estrenó entonces armaduras de acero.
El hambre
en los caminos de Europa
fue como un viento helado aventando hojas secas y quebrantando huesos.
El otoño soplaba los harapos.
La guerra había erizado los caminos.
Olor a invierno y sangre
emanaba de Europa
como de un matadero abandonado.
Mientras tanto los dueños
del carbón,
del hierro,
del acero,
del humo,
de los bancos,
del gas,
del oro,
de la harina,
del salitre,
del diario El Mercurio,
los dueños de burdeles,
los senadores norteamericanos,
los filibusteros
cargados de oro y sangre
de todos los países,
eran también los dueños
de la Historia.
Allí estaban sentados
de frac, ocupadísimos
en dispensar condecoraciones,
en regalarse cheques a la entrada
y robárselos a la salida,
en regalarse acciones de la carnicería
y repartirse a dentelladas
trozos de pueblo y de geografía.
Entonces con modesto
vestido y gorra obrera,
entró el viento,
entró el viento del pueblo.
Era Lenin.
Cambió la tierra, el hombre, la vida.
El aire libre revolucionario
trastornó los papeles
manchados. Nació una patria
que no ha dejado de crecer.
Es grande como el mundo, pero cabe
hasta en el corazón del más
pequeño
trabajador de usina o de oficina,
de agricultura o barco.
Era la Unión Soviética.
Junto a Lenin
Stalin avanzaba
y así, con blusa blanca,
con gorra gris de obrero,
Stalin,
con su paso tranquilo,
entró en la Historia acompañado
de Lenin y del viento.
Stalin desde entonces
fue construyendo. Todo
hacía falta. Lenin recibió de los zares
telarañas y harapos.
Lenin dejó una herencia
de patria libre y ancha.
Stalin la pobló
con escuelas y harina,
imprentas y manzanas.
Stalin desde el Volga
hasta la nieve
del Norte inaccesible
puso su mano y en su mano un hombre
comenzó a construir.
Las ciudades nacieron.
Los desiertos cantaron
por primera vez con la voz del agua.
Los minerales
acudieron,
salieron
de sus sueños oscuros,
se levantaron,
se hicieron rieles, ruedas,
locomotoras, hilos
que llevaron las sílabas eléctricas
por toda la extensión y la distancia.
Stalin
construía.
Nacieron
de sus manos
cereales,
tractores,
enseñanzas,
caminos,
y él allí,
sencillo como tú y como yo,
si tú y yo consiguiéramos
ser sencillos como él.
Pero lo aprenderemos.
Su sencillez y su sabiduría,
su estructura
de bondadoso pan y de acero inflexible
nos ayuda a ser hombres cada día,
cada día nos ayuda a ser hombres.
¡Ser hombres! ¡Es ésta
la ley staliniana!
Ser comunista es difícil.
Hay que aprender a serlo.
Ser hombres comunistas
es aún más difícil,
y hay que aprender de Stalin
su intensidad serena,
su claridad concreta,
su desprecio
al oropel vacío,
a la hueca abstracción editorial.
Él fue directamente
desentrañando el nudo
y mostrando la recta
claridad de la línea,
entrando en los problemas
sin las frases que ocultan
el vacío,
derecho al centro débil
que en nuestra lucha rectificaremos
podando los follajes
y mostrando el designio de los frutos.
Stalin es el mediodía,
la madurez del hombre y de los pueblos.
En la guerra lo vieron
las ciudades quebradas
extraer del escombro
la esperanza,
refundirla de nuevo,
hacerla acero,
y atacar con sus rayos
destruyendo
la fortificación de las tinieblas.
Pero también ayudó a los manzanos
de Siberia
a dar sus frutas bajo la tormenta.
Enseñó a todos
a crecer, a crecer,
a plantas y metales,
a criaturas y ríos
les enseñó a crecer,
a dar frutos y fuego.
Les enseñó la Paz
y así detuvo
con su pecho extendido
los lobos de la guerra.
Frente al mar de la Isla Negra, en la mañana,
icé a media asta la bandera de Chile.
Estaba solitaria la costa y una niebla de plata
se mezclaba a la espuma solemne del océano.
A mitad de su mástil, en el campo de azul,
la estrella solitaria de mi patria
parecía una lágrima entre el cielo y la tierra.
Pasó un hombre del pueblo, saludó comprendiendo,
y se sacó el sombrero.
Vino un muchacho y me estrechó la mano.
Más tarde el pescador de erizos, el viejo buzo
y poeta,
Gonzalito, se acercó a acompañarme bajo la bandera.
«Era más sabio que todos los hombres juntos», me dijo
mirando el mar con sus viejos ojos, con los viejos
ojos del pueblo.
Y luego por largo rato no dijimos nada.
Una ola
estremeció las piedras de la orilla.
«Pero Malenkov ahora continuará su obra», prosiguió
levantándose el pobre pescador de chaqueta raída.
Yo lo miré sorprendido pensando: ¿Cómo, cómo lo sabe?
¿De dónde, en esta costa solitaria?
Y comprendí que el mar se lo había enseñado.
Y allí velamos juntos, un poeta,
un pescador y el mar
al Capitán lejano que al entrar en la muerte
dejó a todos los pueblos, como herencia, su vidas.

D

#3 Poesía a las cosas buenas que hizo Stalin porque para las cosas malas lo más justo es que fuera un drama.

ogrydc

Neomacartismo en estado puro.