Publicado hace 8 años por --167763-- a maikelnai.elcomercio.es

Parece claro que la conexión entre las madres y sus hijos podría ser mucho más profunda de lo que intuíamos. Un nuevo trabajo de investigación publicado recientemente en PloS One, sugiere que existe una conexión física basada en el intercambio de células. Los profundos lazos fisiolóficos y físicos que comparten madres e hijos comienzan de hecho durante la gestación, cuando la madre lo es todo para el feto en desarrollo, al que aporta calor y sostén. El ritmo cardíaco constante de la madre contribuye también a dormitar al futuro niño.

Comentarios

ﻞαʋιҽɾαẞ

Jodíos niños, se apalancan en casa de su madre y no hay quien los saque de ahí.

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