Hace 9 años | Por gertrudis a publiland.es
Publicado hace 9 años por gertrudis a publiland.es

Conchita/Thomas, a pesar de su singularidad, tiene precedentes. Marlene Dietrich, en los años 30 revolucionó la moda mundial con sus atrevidos looks. Trajes de hombre, corbata, zapatos Oxford, amplias gabardinas masculinas... Ella, como Conchita Wust, también se travistió y se convirtió en una figura escandalosa ante determinados sectores de la sociedad de su tiempo. Hasta el punto de que llegaron a amenazarla de muerte. Marlene, bisexual y camaleónica, capaz de ir adaptando su marca personal al devenir de los tiempos.

Comentarios

D

Echo en falta el voto "gilipollez"

D

Pues nada, en mi próxima entrevista de trabajo voy a ir con una minifalda de licra rosa y unos tacones de quince centímetros. Si mis esculturales 180 kilos sobreviven a las caídas y los múltiples intentos de lapidación (por no mencionar las dos o tres demandas por homicidio imprudente, porque a más de uno lo mato de la risa fijo); si sobrevivo, digo, entonces seguro que mi futuro jefe me contratará de inmediato deslumbrado por el triunfo épico de mi personal branding. Digo más, seguro que añade una cláusula premium a mi contrato para que vaya a currar todos los días de esa guisa.

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Pues a ella le ha salido bien. Ya no basta el talento, hay que llamar la atención, destacar, diferenciarse por encima de la competencia. Es una estrategia que siguen muchos cantantes. Mirad a Miley Cyrus o Lady Gaga o Madonna.