Hace 2 años | Por Sciborg a principia.io
Publicado hace 2 años por Sciborg a principia.io

Abrió los ojos. La luz que entraba por el ventanuco se convirtió en un cuchillo que atravesó sus retinas. La resaca era monumental, como no podía ser de otra manera. A su lado, el muchacho dormía plácidamente y Michelangelo Merisi da Caravaggio le dio un puntapié que hizo que cayera ruidosamente del lecho.