El ideario de Galdós era francamente sencillo: el régimen era una farsa en mayor beneficio de una casta que gobernaba de espaldas al pueblo. La solución era construir un verdadero Estado liberal, gobernado por los representantes de la voluntad popular, para reformar el país. La culpa, para Galdós y casi todos, era de los Borbones, por lo que aplaudió la revolución de 1868 que los destronó, y ya pudo entonces escribir: "¡Qué familia, santo Dios! En la fisonomía de todos ellos se observaban los más claros caracteres de la degradación"
Comentarios
Cuando escucho o leo la expresión "libertad digital" no puedo evitar imaginarme un dedo que hurga en la nariz, en la oreja, en el culo, en agujeros varios siempre con permiso del señor cura…, es como una dosis de digitalina…, lo ves todo amarillo, difuso…, apenas notas cómo la caverna te devora desde los pies hasta los muslos…, entonces sabes que estás en el Reino de España y el corazón se detiene harto de fijosdeputa.