Los politicos no son amigos de movimientos que no puedan controlar, por eso prefieren viviendas de lujo y gente que no va a mover un dedo por nada ni por nadie
#2 La ciudad es del que tiene dinero para construir. Para que los vecinos consigan algo tienen que estar muy organizados y pocas veces pueden contra los especuladores porque es difícil encontrar quien se va a hacer cargo de los gastos de reacondicionar un edificio. Los especuladores lo tienen fácil en este sentido.
Del artículo:
Xavier Caballé, miembro de la plataforma vecinal Fem Sant Antoni, se muestra entre dolido y enfadado. "Me siento atacado. Lo siento como un ataque a nuestro entorno, a nuestro paisaje cotidiano, al arte popular en nuestros barrios, en nuestra ciudad", señala el activista vecinal, quien denuncia una falta de valentía política e insensibilidad hacia los elementos de la cultura popular. La falta de valentía de la que habla Caballé no se refiera solo al último episodio de esta historia -la desaparición del mural, que siempre temió-, sino que viene de bastante atrás. "El ayuntamiento ha permitido que este edificio singular, histórico, se convierta en pisos de lujo tras pasar años vacío, con la falta de equipamientos que arrastra el barrio y el poco suelo disponible", prosigue Caballé apuntando al problema de fondo.
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Los politicos no son amigos de movimientos que no puedan controlar, por eso prefieren viviendas de lujo y gente que no va a mover un dedo por nada ni por nadie
#2 La ciudad es del que tiene dinero para construir. Para que los vecinos consigan algo tienen que estar muy organizados y pocas veces pueden contra los especuladores porque es difícil encontrar quien se va a hacer cargo de los gastos de reacondicionar un edificio. Los especuladores lo tienen fácil en este sentido.
Del artículo:
Xavier Caballé, miembro de la plataforma vecinal Fem Sant Antoni, se muestra entre dolido y enfadado. "Me siento atacado. Lo siento como un ataque a nuestro entorno, a nuestro paisaje cotidiano, al arte popular en nuestros barrios, en nuestra ciudad", señala el activista vecinal, quien denuncia una falta de valentía política e insensibilidad hacia los elementos de la cultura popular. La falta de valentía de la que habla Caballé no se refiera solo al último episodio de esta historia -la desaparición del mural, que siempre temió-, sino que viene de bastante atrás. "El ayuntamiento ha permitido que este edificio singular, histórico, se convierta en pisos de lujo tras pasar años vacío, con la falta de equipamientos que arrastra el barrio y el poco suelo disponible", prosigue Caballé apuntando al problema de fondo.