Publicado hace 1 año por Ripio a historiayromaantigua.blogspot.com

En la vida real, el “anteámbulo” solía ser un esclavo o un liberto que, por la calle, caminaba delante de su amo (o de su patrón, si era un liberto) y le abría literalmente paso por la muchedumbre, si era necesario incluso a empujones y codazos, gritando «fate locum domino meo» (abran paso a mi amo). Tenemos constancia de esta figura en la obra de Suetonio, Marcial, Juvenal y Plinio el Joven. El caso es que a veces el “anteámbulo” se esmeraba tanto que daba lugar a situaciones embarazosas, como podemos leer en una epístola de Plinio.

Comentarios

dmeijide

Los que defienden a Amancio

Dovlado

#4 Y a Florentino.

Eh Inda? Eh Ferreras?

MrAmeba

#4 es SAN AMANCIO para ti eh, que en Galicia hay gente que le tiene un altar

Wheresthebunny

Ahora están los palmeros y los lameculos. Los palmeros van delante cual esclavos abriendo paso y los lameculos detrás recogiendo el rastro de babas de los palmeros.

L

"Fate locum", literalmente "haced sitio" .

j

Pues ahora ya sabemos cómo se llaman.

MLeon

Como Negre y Mdongo.

Elfoan

El gato con botas hacía de anteámbulo para su amo en el cuento. De toda la vida.