Hace 6 años | Por aiounsoufa a somosmalasana.com
Publicado hace 6 años por aiounsoufa a somosmalasana.com

Pocas cosas hay tan el ADN de Ahora Madrid como la afirmación radical de la democracia y, de forma coherente con el marchamo, el Consitorio ha hecho de la participación uno de sus mascarones de proa, como demuestran la creación del Área de Participación Ciudadana, los Presupuestos Participativos o la consulta para la reforma de la Plaza de España. En el caso concreto del urbanismo y la mejora de los barrios, son pocas las voces que no advierten de que se han abierto caminos que en ningún caso conviene desandar

Comentarios

anxosan

"son pocas las voces que no advierten de que se han abierto caminos que en ningún caso conviene desandar"

El maravilloso mundo de las dobles negaciones...
Si son pocas las voces que no advierten,... es que son muchas las que si lo hacen; por tanto muchos advierten de que se han abierto caminos que no conviene desandar,... es decir que conviene seguir andándolos. En resumen: muchos quieren que todo siga así.

Me da que alguien se ha liado.

S

#1 Digamos que muchos quieren que se siga en esta línea, no?

La línea abierta por Ahora Madrid, quiero decir

rutas

Teniendo en cuenta de dónde viene la sociedad española y el poco tiempo transcurrido desde su despertar democrático, resulta evidente que se ha avanzado mucho pero que todavía queda otro tanto o más por hacer. En el caso del urbanismo participativo, podría decirse que hoy ya tenemos las herramientas y la voluntad (que no son poca cosa), y que todavía falta aprender a usar esas herramientas para transformar la voluntad en poder eficaz y sobre todo eficiente. Eso no se consigue en dos días, ni en dos años, ni en dos legislaturas.

Es absurdo creer que un cambio tan radical en la participación ciudadana puede funcionar de maravilla desde el principio. Probablemente tendrán que pasar varias generaciones hasta que la sociedad española se dote del conocimiento y la madurez necesarias para que estos procesos participativos funcionen bien. Es casi el mismo camino que hay que recorrer cuando se instaura por primera vez la democracia en una sociedad: Al principio, durante varias generaciones, y con la inercia de lo precedente, esa democracia recién instaurada es más eficaz en el plano teórico que en el práctico; pero con el tiempo la práctica mejora y se acerca cada vez más a su óptimo teórico. Hay que tener paciencia e invertir mucho en la educación de las próximas generaciones; esa inversión es la única forma de acelerar este tipo de transformaciones sociales.