Hace 7 años | Por bomowski a energias-renovables.com
Publicado hace 7 años por bomowski a energias-renovables.com

La sentencia que se nos notificó antes del verano sobre el despropósito regulatorio del entonces ministro Soria es un gran ejemplo de incoherencia por definición. Incoherencia entre no votar en unanimidad y pretender que no haya duda razonable sobre la interpretación del Derecho Europeo en el sentido del Tratado de Funcionamiento de la UE (TFUE) 267. Es de cajón: Si en un tribunal colegiado no todos interpretan el derecho de la misma manera es patente que existe una duda...

Comentarios

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Scoria...

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Por Piet Holtrop.

Lo que ahora le tocará al Tribunal Constitucional no será hacer otra vez todo el trabajo del Tribunal Supremo, sino pronunciarse sobre la falta de este en el no planteamiento de la pertinente cuestión prejudicial. En el fondo tenemos suerte que la cuestión constitucional sea esta, con toda la relevancia constitucional y doctrinal que conlleva. Si no fuera así, probablemente el Tribunal Constitucional ni lo admitiría a trámite, ya que no se pronuncia sobre asuntos que son una mera infracción de los derechos constitucionales de los ciudadanos españoles.* Es muy triste para el ciudadano, pero las cosas constitucionales en España son así. No tienen más remedio que ir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo si tienen un asunto constitucional que no sea intelectualmente desafiante.

Necesitamos muchos mas como él en el tema eléctrico, en el agua, en las comunicaciones, en los seguros, en las grandes constructoras ...

*Este es como el artículo 135 de la Consti, el PP y Psoe lo hicieron posible: el derecho contitucional ejpañol no ampara a los españoles sobre asuntos que son una mera infracción de los derechos constitucionales de los ciudadanos. Es decir cuando pisan los derechos constitucionales no estamos amparados por el tribunal constitucional, ¡Solo las empresas!

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#1 Por eso hay que buscar la Democracia , en una oligarquia de partidos son los oligarcas los garcas .

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Soria, Gallardón y Wert son el trio diabólico, son un lastre que nos ha salido carísimo