La semana pasada publiqué aquí una colaboración, "Podemos: adiós, moral; hola, política", y la recepción que tuvo me hizo pensar sobre el uso que se hace en España de la Red. Creo que, además de sus indudables utilidades y aspectos democratizadores, también incrementa los defectos propios de la cultura nacional española marcada por la faccionalización y el guerra civilismo. En ese artículo exponía unos puntos de vista sin duda discutibles, pero por estar en desacuerdo con lo que escribí me calificaban de venal, vendido y corrupto.
Comentarios
Esto quiere decir que se escriben demasiados articulos sobre opinión de partidos políticos y muy muy pocos artículos para formar a la gente sobre sectarismo, buenas formas y asertividad a la hora de criticar.
O quiere decir que los del sesgo contrario serán los que miren con lupa tus articulos para criticarlos de la forma mas potente, y o bien puedes decidir que escribes el articulo para ellos o teniéndoles en cuenta, o que no los vas a tener en cuenta porque no son tu target principal, claro que otros quizás sí les tengan en cuenta.
Claro que los críticos, bien podrían ser una legión de astroturfers a sueldo. O bien los que plantan la semilla para encender al resto.
Descubierta en Twitter una red de cuentas falsas que hace spam político a favor de Pedro Sánchez/c113#c-113
O que la escritura de artículos ha pasado a convertirse en algo como los artículos científicos en busca de la verdad y que miles de otras personas analizarán tus fórmulas al milímetro y quizás sean tan poco flexibles con tu opinion como tu lo podrías ser en algún otro criterio en el que tengas la mínima flexibilidad. Quizás aparte de intentar que no sean sectarios no estamos enseñando lo que significa ser flexibles de verdad (o estamos creando personas con una disonancia cognitiva brutal en que en unas cosas tienen que ser flexibles pero en otras no se acepta ni un mínimo de flexibilidad)
Pero... ¿Haz lo que digo pero no lo que hago?
Educación, manos a la obra/c2#c-2
¿Como manejan la flexibilidad en general en los sitios (o las personas que) en los que la puntualidad es un tema sumamente importante y bastante inflexible?
(o es otra vez el asunto de flexible para lo que me interesa e inflexible para lo que no me interesa)
(o duro con las débiles y blando con los fuertes)
Es este fenómeno exclusivo de España? De verdad es guerra civilista o régimen del setenta y ochista y espirituista de la moncloa? Son sólo unas manzanas podridas o se han montao un tinglao pa quedarse con el manzano? Son cómplices los medios de comunicación? En fin, cambio de paradigma, sin guerra civil esperemos.
¡Cuán equivocado está el autor!
Hablaron de putas la tacones y la pepona.