El 20 de septiembre, Rusia intentó otra prueba de su misil balístico intercontinental RS-28 Sarmat en el Cosmódromo de Plesetsk, que al parecer terminó en fracaso. El misil, promocionado por Rusia como un componente clave de su disuasión estratégica, explotó en su silo de lanzamiento, dejando un cráter masivo y causando daños significativos en el sitio de pruebas. Imágenes satelitales de Planet Labs, compartidas por MeNMyRC, indican que la explosión probablemente ocurrió durante el proceso de carga. Fue su cuarto intento.