Georgia, una pequeña nación del Cáucaso meridional, se ha convertido en un multimillonario centro neurálgico del mercado internacional de automóviles usados. La mayoría de los vehículos proceden de Estados Unidos y, según casi todos los indicios, muchos acaban en Rusia. En las polvorientas afueras de Rustavi, una ciudad industrial situada a 20 km al sureste de Tbilisi, la capital de Georgia, hay una amplia zona de estacionamientos al aire libre. Con un tamaño equivalente a más de 40 campos de fútbol, este espacio acumula miles de vehículos...